Muchos padres se adelantaron y compraron los juguetes preferidos por sus muchachos con antelación
«A mí me hace feliz que mi mamá y mi papá me lleven a pasear y a comer. Pero lo mejor es que me den un juguete, porque con una barbie o una muñeca puedo pasarla fino con mis hermanos y mis primos. Pero ya yo tengo muchas muñecas, así que esta vez estoy esperando por una bicicleta».
Tales expresiones corresponden a Débora Sarahí Gutiérrez, una pequeña que habló sobre lo que significa el Día del Niño para los protagonistas de la fecha, quienes este año dejan atrás los juguetes tradicionales y pasan a tener entre sus deseos preferidos los monopatines, las bicicletas y los aparatos electrónicos como los DS y las computadoras. También, las preferencias marcadas en las niñas van hacia los productos que las llevan a fantasear con la idea de ser grandes y que les permiten coquetear.
Al tercer nivel
Aarón Gutíerrez es un niño que fue promovido al tercer nivel de educación inicial. Por ello, está a la espera de que sus padres cumplan con la promesa que le hicieron de regalarle un carrito a control remoto si obtenía buenas calificaciones.
«Yo me porté bien. Ahora quiero que para el Día del Niño me den el carrito que pedí. Los carritos me gustan porque los cuidó y puedo pasar todo el día jugando con ellos», dijo el niño.
Pulseras y mechas
Por su parte, las hermanas Sinahí y Rutmery Nohemí Núñez por estar en la edad de entrada a la adolescencia, se inclinan más hacia los juguetes con los que pueden ser pequeñas coquetas. Por ello, aprovecharon la oportunidad para decir qué esperan para este fin de semana.
«Le dije a mi mamá y a mi papá que quería una cajita que trae todos los materiales para hacer pulseritas y collares. Siempre me ha gustado eso, así que espero que me complazcan», expresó Sinahí.
Nohemí quiere compartir con su hermana una caja que tiene todos los implementos para hacerse mechas de colores en el cabello. «Vamos a poder jugar bastante y ponernos bonitas», agregó.
Tarea de padres
Cuando los niños piden y se han portado bien, a los padres no les queda más que buscar la forma de complacer. Por ello, la tarea es la de reunir con tiempo el dinero necesario para premiarlos por ser buenos hijos y buenos estudiantes.
Josmer Gutiérrez indicó que para este año le sirvió de mucho saber qué querían sus hijos con antelación, lo cual hizo posible que ya para el fin de semana tenga los juguetes que ellos están esperando.
«Los juguetes están caros y a veces los muchachos son exigentes. Pero después de un año de hablarles y de demandarles buenas notas y un buen comportamiento, lo más sano es que ellos vean que uno cumple como padre y que los esfuerzos tienen una compensación», destacó.
Degnis Chivico coincide con esto y cree que los regalos deben venir aunados a un día de esparcimiento con la familia. «El día del niño no es una oportunidad única para que el muchacho la pase bien, sino para que los padres nos unamos a la celebración y la pasemos bien con ellos», manifestó el entrevistado.
Yohadi Arteaga
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