Weesley David Hernández López, de 23 años, quien había jugado en la Liga Paralela con Tiburones de La Guaira y Cardenales de Lara, recibió un mortal impacto de bala en el cuello cuando conducía su vehículo en la entrada que conduce a Manicomio, en Lídice
Un prospecto del béisbol venezolano, fue asesinado de un disparo en el cuello la noche del pasado lunes, cuando conducía el vehículo Toyota Corolla de su padre por la avenida Sucre, en Catia. La víctima, Weesley David Hernández López, de 23 años de edad, quedó sin vida en el asiento del chofer con todas sus pertenencias.
Un vecino de la familia del joven fue quien reconoció a la víctima, cuando se aproximó al lugar que estaba rodeado por funcionarios policiales y avisó a sus padres. Hernández López jugó en la liga paralela con los equipos de Los Tiburones de La Guaira y Los Cardenales de Lara.
Dentro del carro había un sweter de dama y dos maletas, pero la familia desconoce su procedencia. Los deudos de Weelley Hernández, estuvieron ayer en la morgue de Bello Monte, donde su padre exteriorizo una dramática escena de dolor.
Un prospecto del béisbol venezolano, fue asesinado de un disparo en el cuello la noche del pasado lunes, cuando conducía el vehículo Toyota Corolla de su padre por la avenida Sucre, en Catia. La víctima, Weesley David Hernández López, de 23 años de edad, quedó sin vida en el asiento del chofer con todas sus pertenencias.
Un vecino de la familia del joven fue quien reconoció a la víctima, cuando se aproximó al lugar que estaba rodeado por funcionarios policiales y avisó a sus padres. El joven quedó sin vida en el puesto del piloto con una herida de bala en el cuello.
Dentro del carro había un sweter de dama y dos maletas, pero la familia desconoce su procedencia. Los deudos de Weelley Hernández, estuvieron ayer en la morgue de Bello Monte, donde su padre exteriorizo una dramática escena de dolor.
Aunque en primer momento la familia no tuvo problema en conversar con la prensa, por órdenes de un funcionario del Cicpc decidieron aislarse y no ofrecer declaraciones.
Ayer se conoció que el joven salió de su casa con el vehículo de su padre, para visitar a su novia en Caricuao. Por motivos que se desconocen, llegó a la avenida Sucre, donde fue asesinado.
Se presume que el crimen ocurrió a eso de las 9:30 de la noche o más tarde, ya que a las 9:25, respondió el último mensaje de texto que le envió su padre vía celular para decirle que no regresara tan tarde a casa. Luego de los mensajes, recibieron una llamada para decirles que estaba muerto.
El carro Toyota Corolla verde, quedó en la entrada que conduce a Manicomio, en Lídice, frente al automercado Unicasa. Cuando la policía llegó al sitio, el vehículo estaba encendido y la víctima en su interior.
Se presume que Hernández fue herido desde la calle, probablemente desde una moto en marcha, aunque se especula que quizás fue víctima de ladrones de carros.
Los deudos del joven contaron que el muchacho era un prospecto de béisbol venezolano. Jugo en la liga paralela con los equipos de Los Tiburones de La guaira y Los Cardenales de Lara. Entre el año 2006 y 2008, firmó en las ligas menores con los Nacionales de Washington, equipo que lo dejó libre tras sufrir una lesión.
Aunque actualmente no jugaba con ningún equipo, el joven que también jugo en la Liga Bolivariana de Béisbol, se mantenía en prácticas con sus compañeros para participar en un Try Out en los Estado Unidos y probar de nuevo suerte con los equipos en el exterior.
El próximo viernes Weesley Hernández cumplía sus 24 años de vida. Algunos compañeros de práctica se apersonaron ayer en la morgue de Caracas para acompañar a la familia. El padre de la víctima, solo lloraba sin consuelo, contando que su hijo era un muchacho sano, que salió a visitar a su novia y que esa noche prometió llegar temprano a casa, pero no regresó.
AA