La red nacional de orquestas y coros juveniles de Venezuela quiere usar el Festival de Salzburgo, uno de los más importantes de Europa, como trampolín para extenderse por el resto del mundo y poder darse a conocer tanto en el Viejo Continente como en otras partes del planeta.
Así lo declaró hoy José Antonio Abreu, promotor y fundador de esta magna estructura de educación musical, que incluye ya a más de 400.000 niños y jóvenes procedentes de las esferas sociales más desfavorecidas y que se extiende por toda Venezuela.
«Estoy seguro de que la presentación de esta residencia de ‘El Sistema’ en Salzburgo va a ser el comienzo de una nueva y ulterior etapa en la cual nosotros vamos a ser parte integrante del Festival de Salzburgo en el futuro», declaró Abreu en la rueda de prensa.
Agregó que, gracias a la decisión del director artístico del festival de Salzburgo, Alexander Pereira, de integrar «El Sistema» dentro de su programa de este año, se abrirán muchas puertas para poder seguir exportando la red venezolana a más festivales importantes.
A parte de estos objetivos internacionales, dentro de Venezuela sigue vigente la meta de ampliar la infraestructura que sirva de conservatorios a los jóvenes músicos, cosa que actualmente ha involucrado a los mejores arquitectos del país caribeño.
Tal es su éxito actual, que ya ha derivado en varios núcleos en numerosos países que se han inspirado en la estructura musical venezolana para elaborar una red nacional de orquestas juveniles propia, afirmó el veterano creador del programa.
«Estamos trabajando en Escocia, en España, en Portugal, en Italia, en Grecia; y vamos a tener una participación creciente en países como Francia o Alemania», detalló el director venezolano.
Además, «El Sistema» también ha cruzado fronteras en el continente asiático (Corea o Japón) y, más recientemente, en los continentes australiano y africano, concretamente a Angola.
Si los pronósticos de Abreu se cumplen, en apenas dos años «El Sistema» podría tener una gran presencia alrededor de todo el mundo y, en seis años, el número de jóvenes que son educados musicalmente gracias al programa podría ascender a un millón.
«Durante este último año hemos trabajado arduamente para presentar una muestra de ‘El Sistema’, que consta de cuatro orquestas y dos coros», desgranó el maestro venezolano, haciendo alusión especial al «Coro Manos Blancas», que está compuesto por niños con deficiencias tanto psíquicas como físicas.
Entre las orquestas que han venido directamente desde Venezuela a Salzburgo este año, se encuentran las ya famosas Orquesta Sinfónica Simón Bolívar y la Orquesta Teresa Carreño, dos de los buques insignias de este programa social que pretende usar la música como instrumento integrador.
Abreu tendrá este año el honor de ofrecer el discurso inaugural de la ceremonia oficial de apertura del festival de Salzburgo el próximo viernes.
La Orquesta Sinfónica Simón Bolívar se estrena esta noche con un gran concierto en la principal sala del festival, donde las entradas ya están agotadas desde hace semanas.
Los músicos venezolanos, bajo la batuta del maestro Gustavo Dudamel, ofrecerán obras selectas del Gustavo Mahler.
Por su parte, Alexander Pereira alabó hoy la gran labor social que lleva a cabo Abreu, al tiempo que expresó su preocupación por el hecho de que se esté «discriminando» la educación musical en Europa, ya que se da prioridad a materias de tipo científico.
«Creo que la educación generalista debería volver a tomar conciencia de la importancia que la formación artística tiene sobre las personas, ya que las hace más abiertas de mente y flexibles», señaló el director del festival en declaraciones a Efe.
«La gran debilidad del sistema educativo europeo es que los niños entran demasiado tarde en las orquestas o en formaciones de música colectiva», criticó el austríaco, quien abandonará Salzburgo el año que viene para asumir la dirección artística de la «Scala» de Milán.
Pereira añadió que «los niños se pasan diez años encerrados en un aula tocando el violín para el profesor».
Ante estas palabras, Abreu aseguró que acompañará a Pereira, de quien se considera un «buen amigo», en su «lucha por la educación musical».
EFE