La lucha por defender los Derechos Humanos es constante y cada vez más fuerte, debido a que a pesar de que se ha hecho un esfuerzo legislativo para que los mismos estén amparados en la Constitución Nacional, todavía existen violaciones y hechos lamentables que en su mayoría quedan impunes. El anhelo por la libertad, la justicia y la paz, dignidad y la igualdad de todos los seres humanos en el mundo hacen que todas y todos seamos los responsables de velar por el respeto de los derechos humanos de cada una de las personas habitantes de este planeta. Lograr que el ser humano sea protegido es el propósito de entender que tenemos derechos y esto pasa por conocer, sentir y lo más importante, defender lo que nos pertenece.
En la unión
está la fuerza
Ocurre que por la falta de conocimientos sobre los derechos humanos y todo lo que esto abarca, se ha originado una serie de sucesos donde la tranquilidad, el respeto y la vida del ser humano no ha sido resguardada; y como consecuencia, el temor y el miedo que sienten las personas que han sido víctimas, así como su comunidad, atenta contra sus ganas de mantenerse firmes en la lucha por defender los DDHH y lograr la reparación tras una violación de los mismos.
Sin embargo, debemos entender que las violaciones de los derechos humanos no son hechos aislados, sino que muchas veces obedecen a un sistema y por eso, tenemos que vencer el miedo y unirnos junto a otras víctimas o familiares de víctimas para luchar por nuestros derechos.
No permitas que sigan
violando tus derechos
La educación en Derechos Humanos es el camino a seguir para evitar abusos, violaciones, maltratos, ultrajes, entre otras agresiones. Conocer que tenemos derecho a tener derechos es empoderarnos de herramientas para defenderlos, sin importar si somos jóvenes, adultos o personas mayores.
Para la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz el facilitar los procesos para despertar el interés en las personas de las comunidades, de los docentes y de los funcionarios y funcionarias policiales sobre los DDHH, sus características, su importancia es una tarea que hemos cumplido durante 28 años, pues consideramos que es un paso necesario para que tengan la iniciativa de promoverlos y defenderlos.
Las personas víctimas de violaciones a los derechos humanos o sus familiares a través de testimonios ofrecen su granito de arena en este proceso pues al contar su amarga experiencia y la manera como han luchado para que se haga justicia ayudan a otras personas a entender que existen violaciones de derechos humanos y que estas deben ser denunciadas, pues de lo contrario la impunidad es la que sale ganando.
Sin embargo, no solo a través de organizaciones como la Red de Apoyo se pueden impulsar procesos de formación en DDHH, todos y todas desde nuestros hogares, comunidades y sitios de trabajo, estamos llamados y llamadas a involucrarnos en la formación en derechos humanos. En el hogar padres y madres debemos educar con el ejemplo a nuestros hijos e hijas. Por ejemplo, educarlos en que deben hacer su cola para ser atendidos o atendidas, en que todos y todas en el hogar tenemos derechos y deberes. Debemos hacerles entender que solo en la medida en que vivamos en comunidad respetándonos, es que podemos contribuir a que se garanticen los derechos humanos.
También es necesario, dar a conocer los DDHH en las escuelas, universidades y la comunidad, vinculando el disfrute de los mismos a una constante vigilancia y al activismo por tener una sociedad mejor cada día.
Si no luchas,
¿quién lo hará?
Lo que se busca con la educación de los Derechos humanos son un sinfín de propósitos, siendo uno de ellos, el de impedir que se violen los derechos y la dignidad de las personas, sobretodo de las más pobres y/o excluidas; evitar que siga creciendo la pobreza por aquellos o aquellas irresponsables que causan o la agravan, quienes no toman en cuenta a las personas más necesitadas sino que piensan en sus propios intereses llevándose por el medio a todos los que se encuentren a su paso.
Al adentrarnos en el tema de los derechos humanos también se pretende garantizar que a nadie se le niegue su derecho a la educación, a la salud o a la vivienda. Hacerles sentir que son seres humanos y que son importantes para la sociedad.
Educar es detener la violencia de aquellos y aquellas que creen que por tener un arma o por tener un uniforme y ser autoridad, están exentos de cumplir la ley y pueden disponer sobre la vida de otros; nada más lejos de la verdad que esto: resguardar la vida de los ciudadanos y ciudadanas es la labor y principal objetivo de las actuaciones de los funcionarios y funcionarias policiales. Y ese es precisamente otro de los propósitos de la educación en DDHH, trabajar para que se proteja eficazmente a la población civil antes, durante y después de los conflictos. Así como luchar para conseguir el control efectivo del comercio de armas e impedir que acaben en manos de quienes violan los derechos humanos.
Responsabilidad
de todas y todos
Todas y todos somos responsables de proteger los derechos de las personas. Alzar la voz, presentar la denuncia es un derecho amparado en nuestras leyes y debemos ejercerlo. Recuerda que lo que no se comunica no existe: así que quedarse callado o callada y no denunciar la violación de los derechos humanos es como si no hubiese ocurrido.
Prevenir que siga aumentando el delito, la injusticia, el irrespeto a la vida es cosa de todas y todos. Lograr todo esto es un trabajo en equipo que al paso del tiempo fortalecerá la justicia nacional e internacional.
Activistas por la justicia
Convertir a las personas en ciudadanos y ciudadanas activas que luchan para que se cumplan las leyes y se garantizan los derechos humanos es formar a activistas por la justicia y la paz.
Luchar por la justicia
Educarnos en DDHH es prepararnos para que si llegara a ocurrir alguna violación de nuestros derechos podamos reconocer los hechos, denunciarlos y luchar para que se haga justicia.
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redapoyojusticiaypaz@gmail.com
Ana Paula Ríos