El cuerpo de Dionny Manuel Guinand Yendiz, de 22 años, fue hallado enterrado en el campo de tiro de su comando en Macarao. Le ocasionaron la muerte a golpes y asfixia con agua (mediante el tipo de tortura conocida como “el submarino”), cuando le arrancaban una confesión sobre un arma de fuego extraviada en el Grupo de Acciones Especiales
En un sector conocido como La Laguna que sirve como campo de prácticas de tiro en el Comando de la GNB en Macarao, funcionarios de la Dirección de Inteligencia Militar, conjuntamente con efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, localizaron este miércoles 24 de julio el cadáver del cabo II, Dionny Manuel Guinand Yendiz, de 22 años de edad.
El cuerpo estaba bajo tierra. Lo enterraron luego de ocasionarle la muerte a golpes y después de torturarlo para que diera información respecto al paradero de un arma de fuego que se extravió del Comando del Grupo de Acciones Especiales de la GNB, donde prestaba servicio desde hace dos años y medio.
A Dionny lo buscaban desde el 5 de julio pasado, día de fiesta nacional, mientras el Alto Mando Militar se congregaba en el desfile del acto conmemorativo del Día de la Independencia. El cabo debía estar ese día en la parada, pero nunca llegó.
Días previos al desfile militar, el funcionario anunció a través de su cuenta en Facebook que estaba participando en las prácticas. A su novia le mandó mensajes diciéndole que le correspondía ocupar el lugar de la octava fila, séptima columna. Quería que lo vieran desfilar en cadena nacional.
Ese día no acudió al Paseo Los Próceres. A su familia llegaron mensajes anónimos en los que les informaban que el muchacho había sido esposado por sus superiores. Les dijeron que esposado lo sacaron del lugar y que lo golpearon severamente, pero que fue llevado fuera y no volvieron a verlo.
El 12 de julio pasado, el padre del funcionario, Jesús Rafael Guinand, viajó desde Cumaná a Caracas, decidido a conocer el paradero de su hijo. La familia es natural del estado Sucre, desde donde vino el hijo con el sueño de hacerse oficial, luego de prestar el servicio militar obligatorio.
El muchacho había iniciado estudios de electrónica en la Universidad de Oriente, pero luego se ofreció a prestar servicio y una vez lo terminó, se presentó voluntariamente para ser reincorporado.
En Caracas, la familia acudió al Comando en Macarao donde les indicaron que el cabo había desertado. Les dijeron que lo estaban buscando y que harían lo posible por localizarlo. No obstante, la denuncia fue elevada a otras instancias y la Fiscalía Militar conoció del caso.
El padre y tíos del efectivo regresaron al oriente del país. Este miércoles 24 de julio, les notificaron que el muchacho estaba muerto y que esperan por ellos para un reconocimiento formal del cuerpo que se formalizó en horas de la noche.
La madrugada de ayer finalizó la autopsia del cadáver que arrojó muerte por asfixia mecánica. La víctima presentaba signos de tortura en el cuerpo. Le hallaron agua alojada en los pulmones.
Hay tres detenidos
y pudieran haber más
En medio de las averiguaciones que permitieron dar con el cadáver del funcionario, la DIM y el Cicpc practicaron la detención de dos oficiales y un suboficial por su presunta responsabilidad en el hecho. El cuerpo del efectivo fue enterrado para desaparecerlo, luego de que muriera cuando lo interrogaban por la pérdida del arma.
Los detenidos, Teniente Coronel, Willian Serrano Fermín; Primer teniente, Jaime Jaramillo Navas y el Sargento Primero, Gerson Ramírez Estévez, fueron puestos a la orden del Ministerio Público. El Fiscal 39 de Derechos Fundamentales conoce del caso.
Pese al hermetismo en torno al hallazgo del cuerpo, las autoridades continúan con las averiguaciones. Extraoficialmente se maneja que el número de investigados es aún mayor.
Trasladaron el cuerpo
Una comisión de la GNB custodió ayer la entrega del cadáver del cabo II Manuel Guinand, en la morgue de Bello Monte. La funeraria Genesis del Hospital Militar “Carlos Arvelo”, en Caras estuvo a cargo de preparar el cuerpo que fue trasladado vía terrestre hacia la ciudad de Cumaná, en el estado Sucre. A sus familiares les facilitaron el traslado vía aérea desde Maiquetía.
AA