PARACHINAR/PESHAWAR, Pakistán. Dos ataques suicidas perpetrados el viernes con un minuto de diferencia frente a unas mezquitas chiíes de una volátil ciudad pakistaní dejaron al menos 39 muertos, dijeron autoridades.
La violencia sectaria se ha incrementado en Pakistán, donde grupos de milicianos suníes han llevado a cabo varios ataques contra chiíes, a quienes ven como herejes.
La primera explosión tuvo lugar a escasos metros de una mezquita chií cercana a un popular mercado de la ciudad de Parachinar, capital de la región tribal de Kurram y cercana a la frontera con Afganistán. La detonación fue seguida poco después por una segunda explosión, cerca de otra mezquita de Parachinar.
Riaz Mahsud, la principal autoridad de la región de Kurram, dijo que 39 personas murieron y 72 resultaron heridas en los ataques, que fueron llevados a cabo por milicianos que se trasladaban en motocicletas.
«Algunos de los heridos están aún en estado grave y fueron trasladados al principal hospital de Parachinar», dijo Mahsud.
No está claro qué grupo llevó a cabo los ataques y nadie se atribuyó de inmediato su autoría. Los musulmanes chiíes representan poco más de un 10 por ciento de la población de Pakistán, que asciende a 180 millones de personas.
Parachinar alberga a una significativa comunidad chií, la cual ya había blanco de ataques de milicianos suníes.
Pakistán ha sufrido una oleada de atentados desde que el primer ministro Nawaz Sharif asumió el cargo el mes pasado, lo que subraya los desafíos que enfrenta para disminuir la violencia sectaria y una creciente insurgencia ligada con los talibanes.
Ambas explosiones tuvieron lugar momentos antes de la puesta de sol, en momentos en que la gente acudía al mercado para comprar alimentos después de un día de ayuno por el mes sagrado del Ramadán. Agencias