El papa Francisco afirmó hoy que el futuro exige una visión humanista de la economía y una rehabilitación de la política, que logre cada vez más y mejor «la participación de las personas, evite el elitismo y erradique la pobreza».
«Que a nadie le falte lo necesario y que se asegure a todos dignidad, fraternidad y solidaridad: este es el camino a seguir», dijo el papa ante representantes de la clase dirigente brasileña, con los que se reunió en el Teatro Municipal de Río de Janeiro.
Francisco recordó al profeta Amós que decía «venden al justo por dinero, al pobre por un par de sandalias, oprimen contra el polvo la cabeza de los míseros y tuercen el camino de los indigentes» y agregó: «los gritos que piden justicia continúan todavía hoy».
El papa afirmó que quien desempeña un papel de guía debe tener objetivos muy concretos y buscar los medios específicos para alcanzarlos, aunque advirtió que se corre el peligro de la desilusión, la amargura, la indiferencia, cuando las expectativas no se cumplen.
El obispo de Roma se refirió a la responsabilidad solidaria para construir el futuro y dijo que hay que formar nuevas generaciones que sean capaces en la economía y en la política y «firmes en los valores éticos».
El sumo pontífice manifestó también que además del humanismo integral que respete la cultura original y la responsabilidad solidaria, es necesario para afrontar el presente el diálogo, «el diálogo constructivo».
«Entre la indiferencia egoísta y la protesta violenta, siempre hay una opción posible: el diálogo. El diálogo entre las generaciones, el diálogo con el pueblo, la capacidad de dar y recibir, permaneciendo abiertos a la verdad», señaló.
Francisco insistió: «Hoy, o se apuesta por la cultura del encuentro, o todos pierden; seguir la vía correcta hace el camino fecundo y seguro».
EFE