El maquinista del tren que descarriló en Santiago de Compostela (noroeste) fue trasladado hoy a una comisaría de esa localidad, donde fue formalmente imputado por un supuesto delito de homicidio por imprudencia.
Fue el ministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien hizo el anuncio en la misma comisaría a la que previamente había sido trasladado Francisco José Garzón, de 52 años, quien poco antes había recibido el alta médica.
Garzón, que se niega a prestar declaración y rechazó ayuda psicológica, será puesto a disposición del juez antes de las 18,00 horas gmt de mañana domingo, que es cuando culminan las 72 horas en las que, según la legislación española, puede estar detenido por la Policía.
«Es público y notorio que se ha negado a declarar (ante la policía). Está en su derecho a no declarar y a cambiar de opinión», dijo el ministro del Interior quien poco antes, durante la visita al lugar del accidente, justificó la detención del maquinista en los «indicios» de su responsabilidad en el accidente que costó la vida a 78 personas el pasado miércoles por la noche.
Fernández Díaz se unió a las voces de los directivos de la compañía ferroviaria (Renfe) y de la gestora de las líneas (Adif), quienes ayer ya apuntaron la responsabilidad del maquinista.
Poco después del suceso, en una conversación telefónica con un algo cargo político de la región de Galicia, Garzón había dicho que circulaba a 190 kilómetros por hora en un tramo en el que la velocidad máxima era ochenta.
EFE