Los protestantes se dirigieron luego a la sede del Partido Socialista Obrero Español al que acusan de ser tan incompetente como la derecha frente a la crisis
MADRID. A los gritos de “dimisión” o “vergüenza”, varios miles de “indignados” se manifestaron la noche del viernes en Madrid contra los 65.000 millones de euros de recortes presupuestarios decididos por el Gobierno, marcha que terminó con choques con la policía que cargó con porras contra la multitud.
Coreando “se forran oé, oé oé”, los manifestantes, muchos jóvenes entre ellos, flanqueados por unos 20 furgones policiales, se habían dado cita delante de la sede del Partido Popular (PP) del presidente del Gobierno Mariano Rajoy.
“Vengo porque no veo futuro. No tenemos trabajo. Nos están dejando sin sanidad y sin educación”, decía María Jimena, una joven de 25 años que acaba de terminar periodismo. “Encima ahora atacan hasta a los parados”.
Empuñando pancartas con los lemas habituales del movimiento, como “lo llaman democracia pero no lo es”, se dirigieron luego a la sede del Partido Socialista Obrero Español (PSOE, oposición) al que acusan de ser tan incompetente como la derecha frente a la crisis.
Cuando intentaban acercarse, los policías antidisturbios los repelieron cargando con porras. Los manifestantes se dirigieron entonces hacia las Cortes a los gritos de “huelga ilimitada, “estas son nuestras armas”, levantando las manos, “no nos representan” refiriéndose a la clase política.
En las inmediaciones del edificio parlamentario, algunos grupos que intentaban pasar las barreras fueron repelidos de nuevo por cargas policiales.
Al menos cinco personas fueron detenidas, según periodistas de la AFP.
“Con estos recortes nos llevan a la ruina”, dijo Pedro López, un manifestante de 30 años que luego de estudiar durante tres años para ser funcionario de justicia no pudo presentarse al concurso de ingreso que está suspendido desde el año pasado.
“La gente no tiene dinero y ahora todavía va a tener menos”, agregó, con la esperanza de que las manifestaciones no decaigan.
Pedro Hernández, un jubilado de 67 años, explicaba que vino “no se puede tolerar lo que están haciendo, todos estos recortes, funcionarios, parados y espera a ver si los jubilados no somos los siguientes”.
Luego de adoptar un presupuesto 2012 con recortes sin precedentes, que dio un tajo de 27.300 millones de euros a los gastos, el gobierno acaba de anuncia una nueva cura de austeridad con recortes de 65.000 millones de aquí a fines de 2014. El gobierno anunció asimismo un aumento del IVA, recortes a los funcionarios y a los desempleados.
Desde el anuncio del miércoles, arrecian las críticas contra el plan de rigor que afectará directamente el poder adquisitivo de los españoles y debería agravar la recesión.
Los principales sindicatos del país, UGT y CCOO, convocaron un día de manifestaciones el 19 de julio. Las protestas de los funcionarios se multiplican en todo el país.
AFP