Vecinos denuncian que hace más de 40 años no se realizan labores de mantenimiento a esta importante arteria vial, que sumado al crecimiento de su población y el frecuente paso de camiones de carga pesada, ha acelerado e incidido en el deterioro de sus condiciones. Exigen que autoridades competentes tomen cartas en el asunto
En el kilómetro 22, de la Carretera Nacional Petare – Santa Lucía, sector La Guaya del municipio Paz Castillo, se encuentra un tramo de la vía totalmente hundido. Un boquete de unos dos metros y medio de profundad, amenaza con terminar de ceder y dejar incomunicada e inutilizable la conexión entre la mencionada entidad y la jurisdicción de Sucre.
Según los habitantes de la zona, tal escenario pone en evidencia el abandono y decidía que mantienen las entidades competentes con esta importante arteria vial, por la cual transitan a diario más de cinco mil usuarios -sólo del trasporte público- más numerosos camiones de carga pesada y vehículos particulares, representando en muchos casos la única forma de acceso a sus lugares trabajos, estudio, entre otros.
Al parecer, este problema tiene una data de 10 años y ha sido constantemente denunciado ante diferentes organismos, como lo hicieron hace unos cuatro meses, tres líneas de camionetas por puesto, ante la Cámara Legislativa de Paz Castillo, pero aún siguen esperando respuestas
Willmer Arguello, presidente de la línea Independencia, explicó que cuando Diosdado Cabello gobernaba el estado Miranda, realizó una reparación del tramo que ya estaba presentando fallas, pero luego que pasó a ser de competencia nacional no se le hizo mantenimiento. Al comenzar a deteriorarse nuevamente, nadie se manifestó al respecto, llegando al “critico” estado que presenta actualmente.
“Hace unos ocho años lo arreglaron, pero ahora detallando las grietas parece que hicieron el trabajo mal. No se ven las vigas en ningún lado, pareciera que sólo vaciaron cemento y luego asfaltaron, eso explicaría el hundimiento. Pero la cuestión es que está a punto de desplomarse y nadie hace nada, parece que esperan que se termine de ceder para ver si lo arreglan o no”, manifestó.
De caerse la vía, podría poner en riesgo la estabilidad de unas 20 viviendas construidas en la parte inferior, las cuales ya presentan grandes grietas, que según sus habitantes son ocasionadas por el deslizamiento del terreno y temen que la situación empeore en la época de lluvias, ya que el agua se filtra por las hendeduras del pavimento socavando el talud.
Carretera abandonada
Pero no es este no es la única situación de gravedad presente en la Carretera Nacional. Desde el sector Valle Fresco hasta La Virginia, que son unos 25 kilómetros de camino, se encuentran múltiples problemas, entre los que destacan unas cinco fallas de borde –como la ubicada en La Estrella que inhabilitó un canal de la vía- alcantarillado deficiente, torrenteras de aguas servidas, botaderos improvisados, falta de alumbrado y señalización.
Según Ramón Ojeda, dirigente vecinal, desde hace unos 40 años la Petare – Santa Lucía no ha recibido mantenimiento completo y adecuado, lo que representa una obra de gran envergadura, pero que es sumamente necesaria para combatir el abandono al que ha estado sometida.
“Este camino es de vital importancia, pues conecta tres municipios y varias parroquias como Filas de Mariches, Dolorita, Caucaguita, Petare y Santa Lucía, pero aún así está en emergencia, con varias zonas a punto de colapsar. No hay cunetas para que corra la lluvia, ya no existen las aceras porque han sido tomadas por la maleza y pare usted de contar. Es un descuido total”, lamentó.
Finalmente, la comunidad hizo un llamado a las autoridades competentes, especialmente al ministro de Transporte Terrestre, Haiman El Troudi, a que se aboque a brindarle solución a esta realidad que los aqueja, antes de llegar a consecuencias mayores.
Sometidos por la inseguridad
Usuarios de la Carretera Nacional Petare-Santa Lucía, señalaron que una de sus principales quejas es la inseguridad que los mantienen sometidos. Explicaron que debido a las múltiples imperfecciones del asfaltado, deben bajar la velocidad de sus vehículos, momento en que los maleantes aprovechan para realizar sus fechorías. El transporte público es uno de los principales blancos de la delincuencia.
Vecinos critican que desde el sector Valle Fresco, donde se encuentra un modulo de Polimiranda, hasta el sector La Alcabala, no se encuentra ni un solo punto de control.
Hablan los afectados
Ramón Ojeda
“Este camino es de vital importancia, pero aún así está en emergencia con varias zonas a punto de colapsar. Necesitamos respuesta de las autoridades competentes”
Willmer Arguello
“La carretera está a punto de desplomarse y nadie hace nada, parece que están esperando que se termine de caer para ver si lo arreglan o no”
Edgar Sánchez
“Ya hemos denunciado la situación en reiteradas ocasiones. Hace cuatro meses lo comunicamos al Concejo Legislativo de Paz Castillo pero aún esperamos respuestas”
Yonny Monasterios
“La inseguridad nos tiene sometidos y la policía sólo sabe martillar. Sin contar que ya invertimos el dinero en reparar los carros, porque se dañan dado el mal estado de la vía”
Anabel Barrios Díaz e-mail abarrios@diariolavoz.net
Fotos: Jaime Manrique