Europa, tradicional potencia de la esgrima que se vio sorprendida en los Juegos Olímpicos de Londres-2012, deberá resistir los embates de los países emergentes como Venezuela, que atacarán con fuerza en el Mundial de Budapest (5 al 12 de agosto).
Si bien la Federación Internacional de Esgrima (FIE) optó por la tradición al elegir como sede a la capital húngara, organizadora del Mundial en cuatro ocasiones anteriores (1959, 1975, 1991 y 2000), un aire nuevo y fresco sopla en el mundo de la esgrima en los últimos años. Y eso podría confirmarse en Budapest.
Hace poco más de un año en Londres, nuevas naciones como Venezuela y Egipto han sacudido la jerarquía impuesta hasta ahora por los tradicionales países europeos como Italia o Francia.
Pero los europeos, además de aquellos países emergentes, deberán hacer frente a los retos de otras naciones en franca progresión como China y Corea del Sur, que golpean las puertas de la gloria desde hace años.
Los datos son objetivos: el Viejo Continente tuvo que conformarse con cinco de los diez títulos olímpicos entregados en Londres, tres menos que en Pekín-2008.
En Budapest, «una de las cunas de la disciplina», de acuerdo a la FIE, los esgrimistas del ‘Nuevo Mundo’ quieren confirmar su nuevo estatus internacional y tienen armas para hacerlo.
Empezando por el venezolano Rubén Limardo Gascón, de 27 años, consagrado en espada individual en Londres-2012, ofreciendo el primer título olímpico de esgrima a su país.
Al frente en los balances globales de esta temporada, el espadachín venezolano ganó la última etapa de Copa del Mundo en Buenos Aires, pero después cayó en deciseisavos de final en París a principios de mayo.
Otra sensación de Londres, el egipcio Alaaeldin Abdouelkassem, plata olímpica en florete y primera medalla para Egipto en la esgrima olímpica, tuvo más problemas este año.
El esgrimista 22 años tuvo resultados irregulares: dos octavos de final en La Habana a finales de mayo y en Seúl a fines de abril, en las dos últimas mangas de Copa del Mundo.
Sólo Italia, que regresó de Gran Bretaña con tres títulos olímpicos, parece resistir.
Alemania se tuvo que conformar con dos medallas (plata y bronce), mientras Francia regresó con las manos vacías por primera vez desde los Juegos Olímpicos de Roma-1960.
Con cuatro títulos mundiales en Catania en 2011, la ‘Squadra Azzurra’ se esforzará por mantener su posición como país líder del mundo de la esgrima.
En florete, la campeona olímpica y de Europa Elisa Di Francesca (31 años) irá por la reconquista de su título obtenido en París bajo el gran techo de cristal del Grand Palais, con sus principales rivales y compañeras Arianna Erigo (25) y la indestructible Valentina Vezzali (39), defensora del título mundial.
«Si voy a Budapest, es para ganar, no para participar», dijo Di Francesca, favorita también al título de equipos de la especialidad con sus compañeras.
Flamante campeón de Europa a mediados de junio en Zagreb, el alemán Peter Joppich, de 30 años, podría entrar en la leyenda de este deporte en Budapest si logra un quinto título mundial, para imitar al ruso Aleksandr Romankov.
AFP