A cuatro meses de los comicios municipales en Venezuela, el gobierno y sus adversarios se lanzaron a la conquista de votos para una elección vista como examen de la gestión de Nicolás Maduro, y bajo un sistema electoral cuestionado por la oposición.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) empezó a recibir el lunes postulaciones de los aspirantes a alcaldes (337) y concejales (2.455) que los venezolanos elegirán el 8 de diciembre, cuando se cumplirá un año del último discurso del fallecido presidente Hugo Chávez, cuya enfermedad motivó la postergación de estos comicios tres veces.
«Se convertirá en un plebiscito para Maduro en diciembre cuando estará más lejos el recuerdo de Chávez. Pero la oposición tiene el reto de volver a conectarse con el electorado, tras concentrarse -sin éxito- en acusar al gobierno de ilegítimo», dijo a AFP el analista Luis Vicente León.
El politólogo John Magdaleno apuntó que el gobierno tiene de cara a los comicios el gran desafío socioeconómico, tema hacia el que la oposición girará su discurso y dejará el de la ilegitimidad, puesto que va a competir con las mismas reglas electorales con que disputó las de abril.
Radicalización o cambio
Los fuegos electorales rompieron temprano. El Tribunal Supremo de Justicia aún no responde a la impugnación que presentó el opositor Henrique Capriles hace tres meses contra la elección presidencial del 14 de abril, argumentando que medió el fraude en su derrota frente a Maduro por ajustados 1,49 puntos porcentuales.
«Ellos dicen que hubo fraude. Es medio esquizofrénico que te digan: ‘¡nos robaron, nos robaron! y ¡vamos a elecciones, vamos!’. Si no crees en el sistema electoral ¿qué haces en las elecciones?», cuestionó Maduro el domingo de noche, al anunciar a varios candidatos a alcaldes.
Pero Capriles apuesta a lograr una mayoría de votos que no permita ocultar, según él, la evidencia. «Hagamos del 8 de diciembre una elección nacional», clamó el sábado en una manifestación contra el gobierno, respondida por una contramarcha oficialista.
Capriles, gobernador del estado de Miranda (norte) y jefe de campaña de la oposición, ha trasladado el foco de su discurso del «fraude» al costo del «cartón de huevos» y las «colas para comprar pollo», poniendo énfasis en la escasez de alimentos, la delincuencia que hizo al país el más violento de Sudamérica y la inflación, del 25% en el primer semestre, la mayor de Latinoamérica.
«Venezuela necesita un cambio. El cambio que proponemos es democrático, constitucional y electoral», afirmó el sábado, al no descartar promover una asamblea constituyente pues -dice- los poderes del Estado están «secuestrados» por el gobierno.
Reaccionando enérgicamente, Maduro le advirtió el domingo que si lograra las firmas para una asamblea que reforme la Constitución de 1999 -promovida por Chávez-, saldrá con «el pueblo a defenderla» y radicalizará la revolución socialista.
No obstante, sin descuidar otros flancos más terrenales, el presidente prometió en estos días «recuperar» la economía en el segundo semestre de 2013 y combatir la corrupción tanto en las filas chavistas como en la oposición.
Lucha en tres frentes
Para León, presidente de la encuestadora Datanálisis, los comicios se disputarán en tres escenarios: ¿quién gana el mayor número de alcaldías?, ¿quién gana las más simbólicas del país? y ¿quién obtiene más votos en el total de la elección?
El mandatario pide unidad para «consolidar la fuerza del chavismo como mayoritaria» y, con su «gobierno de calle», busca hacer volver a los casi 900.000 chavistas que en abril votaron por la oposición. Para diciembre, llamó a recuperar las alcaldías grandes de la capital y algunas del interior del país.
En un acto en memoria de Chávez, Maduro anunció que el periodista Ernesto Villegas deja su cargo de ministerio de Información para ser candidato oficialista a la Alcaldía Metropolitana que ocupa el opositor Antonio Ledezma, quien anunció que buscará la reelección y demostrará que «ganamos el 14 de abril».
La Alcaldía Metropolitana es la llamada Gran Caracas, de unos 5 millones de habitantes, reúne al Distrito Capital (chavista) y otros cuatro municipios del estado de Miranda (en poder de la oposición). Esas alcaldías y las de Maracaibo y San Cristóbal (opositoras, muy pobladas) y Valencia, Barquisimeto y Mérida (chavistas) son las principales del país.
Según León, los oficialistas tienen mayor base social en el interior del país por lo que ganarían la mayor cantidad de alcaldías, pero la oposición tiene favoritismo en alcaldías «simbólicas». La disputa, según él, se dará en el tercer frente, la totalidad de los votos.
Los oficialistas afirman que en los comicios -a los que están convocados 19 millones de los 29 millones de venezolanos- está en juego dos modelos, el capitalismo corrupto y el socialismo revolucionario. De su lado, Capriles aseguró este lunes que las municipales son «de vida o muerte para el futuro de Venezuela».