EL CAIRO. Los Hermanos Musulmanes rechazaron los pedidos de enviados internacionales para «aceptar la realidad» de que Mohamed Mursi no volverá a ser presidente de Egipto, dijo el lunes el portavoz de la agrupación.
Los enviados, que intentan resolver la crisis política provocada tras el derrocamiento por parte del Ejército del islamista Mursi hace un mes, habían visitado al encarcelado vicejefe de los Hermanos Musulmanes, Khairat El-Shater, a primera hora del lunes.
Pero el líder acortó la reunión diciendo que debería estar hablando con Mursi, dijo el portavoz Gehad El-Haddad.
Desde el otro lado, una fuente militar de alto rango dijo que el Ejército y el Gobierno interino ofrecerían liberar a miembros de los Hermanos Musulmanes de la cárcel, descongelar sus activos y darles tres puestos ministeriales en una medida para terminar la crisis.
Los manifestantes coreaban «Mursi, Mursi» y «No somos terroristas», mientras portaban imágenes del presidente depuesto.
La marcha mostró que la tensión todavía era peligrosamente alta en Egipto después de los esfuerzos de mediación de Estados Unidos, la Unión Europea, Qatar y Emiratos Arabes Unidos.
Mursi se convirtió en el primer presidente libremente elegido en junio de 2012, 16 meses después del derrocamiento de Hosni Mubarak, que gobernó el país durante casi 30 años.
Pero el temor a que intentara establecer una nueva autocracia islamista y el fracaso en solucionar los problemas económicos que sufre la mayoría de sus 84 millones de habitantes llevó a enormes manifestaciones el 30 de junio, desencadenando la intervención militar.
Hablando sobre las conversaciones de los últimos días, Haddad dijo que los enviados «aún mantienen la posición de que debemos aceptar la realidad y aceptar que el golpe militar ha ocurrido y tratar de recuperarnos con un daño mínimo».
«Nos negamos a hacerlo», agregó y dijo que no había acuerdo sobre cómo comenzar las conversaciones.
La agencia de noticias estatal MENA dijo más temprano que diplomáticos, incluyendo al subsecretario de Estado estadounidense, William Burns, y el enviado de la Unión Europea Bernardino Leon, se habían reunido con Jairat el Shater, un funcionario de los Hermanos Musulmanes, después de la medianoche en la prisión de Tora, en el sur de El Cairo.
Agencias