La prelamina A, una proteína que causa envejecimiento acelerado, es capaz de frenar la progresión de los tumores malignos, refleja un trabajo científico realizado por el Instituto de Medicina Oncológica y Molecular de Asturias (Imoma) y la Universidad de Oviedo, en España.
Refiere un trabajo de Europa Press que los resultados publicados en la revista Nature Communications podrían inspirar nuevas terapias contra el cáncer y, a su vez, refuerzan las esperanzas depositadas en algunas de las estrategias que están siendo ensayadas para combatir el envejecimiento acelerado.
«El envejecimiento y el cáncer son procesos íntimamente relacionados, pero las conexiones entre ellos son complejas. Así, el riesgo de aparición de tumores aumenta con la edad y, sin embargo, algunos de los mecanismos que favorecen el envejecimiento también frenan la aparición y desarrollo de tumores».
Jorge de la Rosa, uno de los investigadores, señala que para los estudios utilizaron mosaicos: ratones modificados genéticamente que portan prelamina A en la mitad de sus células. «Los ratones mosaico, sin embargo, viven lo mismo que los ratones normales, y mantienen un 50% de células con prelamina A en sus tejidos durante toda su vida, lo cual nos ha permitido estudiar el efecto de esta proteína sobre el cáncer». Mientras que los ratones con prelamina A en todas sus células desarrollan envejecimiento acelerado y no viven más de 4- 5 meses, lo que dificulta el estudio del cáncer, refiere el texto.
Por su parte, Rubén Cabanillas, otro de los científicos, explicó: «Observamos que, al inducir la producción de prelamina A en células obtenidas de tumores malignos humanos se reducía drásticamente su capacidad invasiva. Esto ocurría con células humanas de cáncer oral, de pulmón y de mama».