Usuarios del mencionado espacio de esparcimiento alegaron sentirse «secuestrados» al estar por más de una hora encerrados en sus vehículos para poder salir del estacionamiento del mencionado lugar
En un caos total se convirtieron los alrededores del concurrido centro comercial Buenaventura ubicado en la avenida Intercomunal Guarenas-Guatire, cuando a eso de las 11 de la mañana los taxistas de la línea Taxi Miranda 2007 trancaron los accesos al referido sitio como medida de protesta por la decisión de la junta directiva de éste de clausurar la puerta «del bingo» donde se encontraba la parada de esta cooperativa.
Los conductores de la referida línea estacionaron sus vehículos en los accesos tanto de la entrada principal como la posterior con la intención de que la junta directiva del centro comercial en cuestión les diera la cara para tratar este tema, el cual no sólo afecta a los taxistas sino también a los residentes de las diferentes urbanizaciones que se encuentran detrás de éste, los cuales también manifestaron que «ahora tiene que bordear casi todo el el centro comercial para poder ingresar».
Un mes de lucha
De acuerdo a lo declarado por una de las integrantes de la directiva de Taxi Miranda 2007, Elizabeth Díaz, ellos ya tienen más de seis años prestando el servicio tanto a los visitantes del Buenaventura sino también a los vecinos de los urbanismos aledaños, quienes los apoyan en esta protesta.
Asimismo, Díaz resaltó que llevan más de un mes intentando conversas con la junta del centro comercial pero ésta se ha negado a entablar las reuniones pertinentes para llegar a un acuerdo puesto que la decisión de cerrar esta puerta fue «supuestamente una medida de seguridad por los robos que se han cometido en el interior del lugar en cuestión», lo cual afecta a los más de 100 taxistas que hacen vida en esa parada.
De igual manera, Sugey Pérez quien también pertenece a la referida directiva, resaltó que tomaron esa medida de cerrar los accesos debido a que «ya estaban cansados de enviar cartas y comunicados solicitando las conversaciones con la junta del centro comercial; así como también de reportar la situación ante la Dirección de Transporte y al Sindico, entes a los que les solicitan que se aboquen a esto», puntualizó Pérez.
Por su parte, el señor Conrado Sheineider, quien es residente de las urbanizaciones cercanas afirmó que esta acción de clausurar esta puerta «no fue una buena decisión» pues ahora quienes entraban al centro comercial por esta entrada deben dar la vuelta casi por toda la estructura para poder ingresar a éste.
«Se armó el conflicto»
Después de más de una hora con las entradas y salidas trancadas con carros, los visitantes de este recinto que ya estaban cansados de esperar para poder salir comenzaron a impacientarse debido que hasta personas enfermas que salían de la clínica se encontraban atrapados a esa hora del mediodía en el estacionamiento.
Muchos comenzaron a intercambiar palabras de molestia con los taxistas protestantes pues tal como lo declararon «ellos no tenían la culpa de esa situación, alegando que se sentían secuestrados por estos manifestantes que no pensaron a aquellas personas que necesitaban retirarse del lugar».
Después de acaloradas conversaciones entre taxistas y visitantes, funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana e incluso los equipos periodísticos presentes en el lugar, se logró mediar con los protestantes para que se abriera el paso de salida debido a las diversas personas que se encontraban esperando, quedando restringido sólo el ingreso de vehículos.
Marien Daniela Sierra
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