Es evidente que cualquier vestigio de política seria, tal vez desordenada, en ocasiones inmoral y hasta alocada pero política al fin, desapareció con Hugo Chávez, actualmente el PSUV es un puñado de personajillos que cada día dan más ganas de reír, aunque les confieso que también de llorar.
La postulación del «Potro» Álvarez y de Winston Vallenilla a dos alcaldías del área metropolitana de Caracas es una soberana payasada de los jerarcas del partido de Gobierno. Siempre se ha dicho que los gobiernos populistas son expertos en pan y circo, pero estos se pasaron con el tema del circo, ya que lo tomaron de forma literal.
Las candidaturas del PSUV son un hazme reír, aunque lo más patético es como una selección a dedo burló de forma tan grotesca los liderazgos naturales de ese partido o es acaso que el legado partidista de Chávez no posee a nadie en el municipio Sucre de Caracas o en Baruta, será que con esta actitud confiesan la ineptitud del otro para crear liderazgos alternos a él.
La realidad es que Nicolás cada día se empeña en hacer de «su presidencia» un sábado sensacional cualquiera, ya lo veíamos venir desde la campaña rodeado de una serie de «artistas» convertidos en políticos, o mejor dicho en bufones de la política, lo cierto es que ahora las propuestas de estos candidatos serán de audiencia y sencillos, porque de problemas sociales no saben nada.
Otro de los candidatos nombrados, por cierto en una cadena nacional que fue una fragrante violación a la Ley Electoral debido a que se usó un espacio del Estado para la promoción de un partido y sus candidatos, fue el señor Ernesto Villegas, el enchufado de comunicaciones, quien tendrá su bautismo de fuego político-electoral midiéndose con un líder de la talla de Antonio Ledezma en la alcaldía Mayor de Caracas.
Pero las payasadas de Nicolás y compañía no quedan allí, vamos a ver dónde lanzan a Rosita de «A qué te ríes», que de seguro será parte de esa plantilla de artistas convertidos en candidatos por obra y gracia de una revolución que no encuentra en qué palo ahorcarse en medio de un desprestigio cada vez superior.
La farandi-política revolucionaria tal vez nos sorprenda con más candidaturas de la pantalla chica, cuidado si Roque Valero no es candidato a la alcaldía de Maracay o cualquier otra, no se extrañen que sigan la proliferación de candidaturas de ex ministros convertidos en «salvadores» locales después de las pésimas gestiones de «sus camaradas».
Y como dejar de mencionar el lanzamiento de Pérez Pirela, el filósofo de Venezolana de Televisión, en Maracaibo; con razón el conocido conductor atacaba de forma furibunda a Eveling de Rosales y a los factores de la oposición entera en aquella ciudad occidental, él sabía que iba para allá desde hace tiempo por ende su actitud desmedida de ataque y ofensas.
Me despido, pero antes les recuerdo que esta telenovela de la farandi-política protagonizada por Nicolás continúa…
Ana Martínez