Cada año mueren unas pocas personas al ser alcanzadas por rayos. Pero también hay algunas que sobreviven. ¿Qué pasa con ellas?
El rayo es una descarga de electricidad estática que ocurre cuando hay un desequilibrio en la carga eléctrica entre la nube y la superficie de la tierra.
En términos muy sencillos, es una gigantesca chispa eléctrica en el cielo, una chispa extremadamente poderosa. Un solo rayo puede ser de 1.000 millones de voltios, lo que puede detener el corazón de una persona y asar sus órganos internos.
En promedio, por ejemplo, tres personas pierden la vida anualmente en Reino Unido a causa de los rayos, según la Real Sociedad para la Prevención de Accidentes (Rospa). En Estados Unidos, se ha reducido el número de muertes, pero siguen siendo unas 30 al año. Más de 85% de las víctimas son varones.
¿Cómo es la vida después de ser alcanzado por un rayo?
Eric Brocklebank tenía 64 años cuando le cayó un rayo, el 9 de junio de 2009, mientras cocinaba salchichas para un grupo de cadetes en un evento en la estación de la Real Fuerza Aérea en Digby, Reino Unido.
Acababa de retirar del agua una pinza parrillera de metal y la sostuvo en el aire cuando ocurrió.
«Un relámpago vino directamente a través de la brecha en la carpa. Tocó el tenedor que yo sostenía y se derritió en mi mano».
Con víctimas de rayos, uno puede adivinar a veces la trayectoria de la electricidad, debido a la formación de figuras de Lichtenberg. Conocidas también como «flores del rayo» o «árboles de luz», estos patrones intrincados, similares a helechos, son causados por una ruptura de los vasos capilares.
En el caso de Brocklebank, el rayo causó primero una pequeña herida en su muñeca.
«De ahí bajó por el lado derecho de mi cuerpo, a través de mis caderas, hasta mis dos piernas. Me dejó tres agujeros en el pie derecho y dos en el izquierdo».
Siempre hay un riesgo
«He sido sometido a numerosos exámenes exploratorios. Trato de poner al mal tiempo buena cara. No soy una persona que se deja abatir por las cosas».
Ya se ha retirado de su empleo como diseñador de sistemas de rayos X, pero a veces trabaja todavía. En una visita al hospital le dijeron: «Normalmente no tratamos a gente con tantos problemas diferentes».
Los hombres tienen cuatro veces más probabilidades de ser alcanzados por rayos que las mujeres, señala la Rospa. Se cree que la razón es que los varones, estadísticamente hablando, tienen más posibilidades de estar afuera. Probablemente los golfistas corren más riesgos, porque pueden ser sorprendidos lejos de algún refugio.
Hay tres tipos de descargas de rayos. Una descarga directa es cuando te golpea y llega a la tierra atravesándote. Un relámpago lateral es cuando toca otro objeto y salta de lado para darte. Un ataque a tierra es cuando llega al suelo y de ahí se traslada hasta alcanzarte en su camino.
Consejos de seguridad para rayos
- Busque refugio dentro de un edificio grande o un automóvil.
- Salga de espacios abiertos y colinas expuestas.
- Si no tiene a dónde refugiarse, conviértase en el objetivo más pequeño posible, agachándose con los pies juntos, las manos en las rodillas y la cabeza gacha.
- No se refugie bajo árboles altos o aislados.
- Si está en el agua, salga a la orilla y aléjese de la playa lo más rápidamente posible.
- Hay estudios que han demostrado que la proximidad al agua es un factor común en casos en que la gente es alcanzada por rayos.
«Figuras de Lichtenberg»
- Las figuras de Lichtenberg -también conocidas como «flores del rayo» o «árboles de luz»- son patrones de ramificación de descarga eléctrica de color rojo que ocurren sobre la piel de las víctimas de descargas de rayos.
- Las marcas se forman cuando los delicados vasos capilares bajo la piel se rompen por el impacto de la descarga eléctrica.
- Usualmente aparecen a pocas horas del incidente y desaparecen en unos días; tienden a ocurrir en la parte superior del cuerpo.
- Reciben su nombre en honor al físico alemán del Siglo XVIII Georg Christoph Lichtenberg, quien describió un patrón similar mientras experimentaba con electricidad estática.