Justin Bieber trae de cabeza a los juzgados. Después de que las autoridades alemanas le reclamasen los gastos de la manutención de su mono, ahora está siendo investigado por la pelea que protagonizó el pasado 5 de julio en una discoteca de Nueva York.
Según ha declarado el agredido, todo comenzó por un ataque de celos del cantante que, al parecer, no pudo soportar que un grupo de chicas no le hiciese caso. «Justin estaba intentando llevarse a las chicas a su zona VIP, pero no ligaba nada y por eso me pegó», explicó el modelo Wayne Rennalls.
Justin Bieber no pudo pasar por alto la indiferencia de las chicas y comenzó a insultar a Wayne que se enfadó y se dirigió a Justin dispuesto a comenzar la pelea. «Pero entonces apareció todo su séquito y entre todos, claramente superado en número, me dieron una paliza. Cuando yo ya estaba en el suelo Justin se acercó y me dio patadas», aseguró el modelo. Pero la versión del líder de las adolescentes puesta de manifiesto en Twitter es diferente: Justin asegura que todos los rumores sobre la pelea son falsos.