El seleccionador nacional, Néstor “Che” García, tiene claras las debilidades de la selección de baloncesto, mientras se muestra satisfecho por el trabajo defensivo
Las exigencias del entrenador Néstor García en relación al esfuerzo defensivo parecen haber conseguido buenos resultados. La selección venezolana de baloncesto ha realizado mucho gasto físico en la marca, ha mejorado su concentración para adaptarse a los constantes cambios tácticos en la defensa, aumentando su coordinación para el trabajo colectivo.
El balance, por ello, parece positivo. Y el propio «Che» García reconoce en sus primeras apreciaciones. No en balde la contención ha mantenido al equipo cerca en el marcador, lo que ha permitido levantar varios marcadores con reacciones postreras, en las cuales asimismo tiene efecto el trabajo defensivo, por las posesiones adicionales que aporta y el desconcierto que genera en el rival.
Sin embargo, también tiene sus quejas el estratega argentino. Y van dirigidas al manejo de la pelota y al porcentaje de lanzamiento. En esto último le da un voto de confianza a sus jugadores con esa manifestación de que la pelota «ya entrará», aunque llamando la atención sobre algo fundamental en el cobro de tiros libres: la concentración.
En realidad, el problema del manejo y la precisión van aparejados. Porque, independientemente del aspecto táctico, en el cual García quiere establecer un juego más reposado, de agotar más tiempo en las posesiones para compensar carencias en la estatura y producir, en especial, mejores situaciones de tiro, hay detalles significativos a considerar.
Tiene razón el técnico cuando exige mayor responsabilidad en las posesiones, pues el balón se pierde muchas veces por precipitaciones, por una ansiedad que incontrolada. Y aunque los informes desde el exterior no han incluido reportes estadísicos, es evidente que se vienen desperdiciando demasiados ataques sin llegar al lanzamiento. Pérdidas que representan algo grave, por el doble efecto de las oportunidades ofensivas malogradas y las posesiones adicionales para el contrario.
Además, para un equipo que necesita basar buena parte de su ataque en balones ganados gracias a su defensa -presión para generar errores-, el contragolpe es un valiosísimo recurso. Pero allí también resulta vital el manejo. Y, como es natural, cuando se juega rápido es más difícil.
El equipo, claro, está en proceso de formación, de acoplamiento. Y los distintos rivales (jóvenes, de físico y velocidad los universitarios estadounidenses, más curtidos y adultos los africanos), dan oportunidad de enfrentar distintas características. Todo lo cual se complementará cuando, en los días finales y en cancha venezolana, topen en los amitosos con otros equipos que estarán en el Torneo de las Américas. Entonces cesarán los ensayos, habrá ya un cuadro perfilado y se sabrá a qué atenerse.
Es cuestión de seguir el trabajo «del otro lado del charco» (otro partido, además del de ayer con Costa de Marfil), que concluirá esta semana.Y en el país se tendrá una idea clara de qué esperar en la cita para la cual nos va separando solo una quicena.
Otra vez Costa de Marfil
La preselección venezolana de baloncesto, que se prepara en España con miras al Torneo de las Américas -con sede en Caracas a partir del 30- perdió su segundo partido ante equipos africanos al ser batida por Costa de Marfil, 59-58, en partido realizado ayer.
Fue un encuentro muy parejo, de bajísimo marcador en la primera mitad, 18-16 favorable a Costa de Marfil. Manteniendo su objetivo de controlar la pelota y buscar con paciencia los tiros, así como una defensa presionante, los venezolanos siguieron trabajando en busca de darle solidez a su juego para el torneo continental.
Rafael «Chamo» Pérez, con 13 puntos, fue máximo anotador de los criollos, mientras Axiers Sucre y José «Grillito» Vargas marcaban 9 cada uno.
El técnico Néstor «Che» García siguió haciendo rotaciones con los 18 jugadores que están en Madrid, estimándose que el número será reducido al regreso a Venezuela, cuando asistan al cuadrangular final de la preparación, en Maracaibo.
Hoy Costa de Marfil y Venezuela volverán a topar, y los vinotinto realizarán otro encuentro mañana, contra el equipo de la Universidad de Portland.
Los rivales que han permitido poner a prueba el trabajo de los criollos se han caracterizado por el juego físico y el control de la pelota, buen aspecto de cara al Torneo de las Américas, donde los del patio presentarán un cuadro con buen número de caras nuevas.
Armando Naranjo
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