“Algunos de los cadáveres quedaron irreconocibles porque les dispararon a quemarropa. Solo han sido identificado 17 de los 25 fallecidos (…) Hay calma, como si no hubiese pasado nada (…) Nosotros amamos la vida e impulsamos el buen vivir”.
Frases como estas fueron pronunciadas por la ministra de Servicio Penitenciarios, Iris Varela, hace ya un año, cuando anunció al país la masacre ocurrida en el Centro Penitenciario Yare I, en la que 25 personas perdieron la vida y 43 resultaron heridas en un cruento enfrentamiento suscitado la noche del domingo 19 de agosto del 2012.
En aquella ocasión, Valera dio un discurso de consternación en Venezolana de Televisión, en el cual llamaba a los internos a respetar la vida, lo que ponía en evidencia la incapacidad de las autoridades para controlar el conflicto carcelario. Reconoció que había grupos armados, pero no dijo cómo los iba a desarmar.
En este episodio violento, que fue reseñado con alarma por la prensa internacional, no sólo los reos fueron víctimas, pues de los 25 fallecidos, uno era un visitante y de 43 heridos, 14 eran familiares de los internos. Las escenas de dolor y las imágenes de los cadáveres que evidenciaban la crueldad de los asesinatos, le dieron la vuelta al mundo.
Hoy, a uno año de esta masacre, la ministra Valera informó que el pasado 16 de julio se realizó una requisa en el Centro Penitenciario de Yare I, donde se incautaron armamento y drogas. Al parecer, un año no ha bastado para despojar a los reos de las armas de fuego.
El balance general de lo incautado en la requisa arroja como resultado el decomiso de un fusil AK-47, siete pistolas, 11 granadas, dos revólveres, tres escopetas, un chopo, dos cargadores para fusil, seis cargadores para pistolas, una linterna para pistola, una mira telescópica para fusil, 652 envoltorios de presunta marihuana, ocho envoltorios de presunta cocaína, 22 envases de una droga conocida como popper, así como municiones de diferentes calibres.
Otra de las acciones comentadas por la ministra Valera es el Plan Cayapa Judicial que empezó a desarrollarse este mes de agosto en Yare I, II y III. Según Valera, a través del mencionado plan, se dará una respuesta al retardo procesal y se ofrecerá a los internos atención psicosocial y médica.
Fatal aniversario
Una rencilla vieja entre los líderes del sector conocido como Las Torres (en su mayoría ex – funcionarios policiales) y los pranes del territorio denominado como Los Talleres fue la carga explosiva. El detonante resultó ser una bala que salió, accidentalmente, de un arma de fuego durante una reunión entra las bandas rivales.
Los cabecillas de las dos bandas que controlan el penal estaban fuertemente armados al momento de la ignición del motín. Paralelamente, a la reunión en la que se buscaba la paz entre los referidos grupos irregulares, se desarrollaba un torneo deportivo para celebrar el acuerdo.
Según el relato de los familiares, los miembros de un equipo de softbol acribillaron a los integrantes de la novena rival pocos minutos después de haber iniciado la guerra. Comentan algunos testigos que los de Las Torres estaban mejor entrenados porque habían sido policías y militares, por lo que el mayor número de caídos fue de Los Talleres.
Al menos cuatro explosiones de granadas, ráfagas producidas con lo que al parecer fueron rifles de asalto y proyectiles percutidos por armas semiautomáticas acabaron con la infraestructura del área administrativa de Yare I.
Las esquirlas de una de las milgranas se expandieron por el área conocida como “La Fosa”, lugar insalubre donde pernoctan a la intemperie más de 100 reos que fueron excluidos por las bandas que controlan el penal por no haberles pagado una renta semanal, llamada “causa”.
Después de cuatro horas, el enfrentamiento cesaba en Yare y se retiraban lentamente cientos de familiares atrapados en el conflicto, pero a la vez, en la prisión de Uribana, grupos de presos que la controlaban habían tomado como rehenes a 581 familiares que estaban de visita.
Desde que se creó el Ministerio de Servicios Penitenciarios, en junio de 2011, fallecieron 577 reclusos y mil 200 fueron heridos. Sólo en el primer semestre de 2012, hubo 304 muertos y más de 600 lesionados.
Ante los sucesos de Yare I, el director del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), Humberto Prado, manifestó que la situación se había producido porque las autoridades permitieron que se generara la crisis para después actuar. Acotó que Yare I tenía un hacinamiento de 320 por ciento, pues fue construido para 750 reclusos y tiene 3 mil 150.
Carlos Nieto, director de la organización Una Ventana a la Libertad explicó que las 32 cárceles de Venezuela tienen capacidad para 14 mil reclusos y albergan 44 mil, con el agravante de que no hay clasificación. De estos 44 mil reos, 70 por ciento son procesados sin sentencia y forman parte de las bandas armadas que controlan las prisiones.
289 presos muertos en sólo seis meses
Según cifras de la organización no gubernamental Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) en los primeros seis meses del 2013 murieron 289 internos y 423 resultaron heridos, lo que significa que está falleciendo más de un interno diario, pues estos seis meses contienen sólo 181 días.
El director de la OVP, Humberto Prado puntualizó que, en los primeros 100 días transcurridos desde que Nicolás Maduro asumió la Presidencia de Venezuela, el pasado 19 de abril, resultaron 125 reclusos muertos y 128 heridos. No obstante, acotó, que las cifras del primer semestre suponen una reducción de los muertos del 4,9 por ciento con relación al mismo periodo del año pasado, cuando se registraron 304 muertos y 671 heridos