Considerado uno de los hombres más ricos del país, su mandato marca el retorno del conservador Partido Colorado al poder que ejerció durante seis décadas hasta el triunfo del socialista Fernando Lugo en el 2008, quien fue destituido cuatro años después en una cuestionada decisión
ASUNCION. El empresario conservador Horacio Cartes asumió el jueves la presidencia de Paraguay con la promesa de resolver los problemas económicos y sociales de uno de los países más desiguales de Sudamérica, poniendo énfasis en un diálogo con sus vecinos para romper un año de aislamiento.
Considerado uno de los hombres más ricos de Paraguay, la llegada de Cartes marca el retorno del conservador Partido Colorado al poder que ejerció durante seis décadas hasta el triunfo del socialista Fernando Lugo en el 2008, quien fue destituido cuatro años después en una cuestionada decisión.
En su primer mensaje a la ciudadanía, Cartes aseguró que trabajará para reducir sustancialmente la pobreza que afecta a casi 4 de cada 10 paraguayos, generando fuentes de empleo y haciendo más eficiente la gestión del Estado en un país conocido por sus escándalos de corrupción.
«No estoy en política para cuidar una carrera ni enriquecer un patrimonio económico (…) tenemos el compromiso de hacer que cada uno de los habitantes tenga las mismas oportunidades de trabajo, educación, salud y seguridad», dijo.
«Nuestra obsesión será ganar cada batalla de la guerra contra la pobreza que hoy declaramos», agregó.
Cinco presidentes sudamericanos -con la ausencia visible del de Venezuela- asistieron a la ceremonia, algo que fue interpretado por el propio Gobierno como un apoyo de la región tras el reciente levantamiento de las sanciones que pesaban sobre el país de parte de foros como el Mercosur.
Cartes resaltó especialmente la presencia de las presidentas de Brasil, Dilma Rousseff, y de Argentina, Cristina Fernández, -ambos miembros del Mercosur- y dijo que buscará acrecentar los vínculos con la región, aunque no mencionó específicamente al bloque sudamericano.
«Nos anima la franca predisposición de mantener y acrecentar las cordiales y fecundas relaciones bilaterales», dijo el nuevo mandatario, de 57 años.
Analistas coinciden en que dejar el Mercosur no es una opción para Paraguay, que destina cerca de un 25 de sus exportaciones al bloque y es socio de Brasil y Argentina en las hidroeléctricas Itaipú y Yacyretá respectivamente.
«Creo que la presencia del presidente Horacio al frente del Gobierno de Paraguay va a propiciar que nuestras relaciones den un salto cuantitativo», dijo Rousseff tras una entrevista con el empresario la noche del miércoles.
«Pienso que para el Mercosur, la vuelta de Paraguay es muy importante y también creo que para el Paraguay también es muy importante el regreso al Mercosur», agregó la mandataria, quien recordó los miles de dólares que el Fondo para Convergencia Estructural del Mercosur ha prestado a Paraguay.
Además de reunirse con Rousseff, Cartes tiene previsto encuentros bilaterales con la argentina Fernández y con José Mujica de Uruguay la tarde del jueves.
«No se preocupen, no apuren caballos. Va a caminar, no se aflijan, va a caminar», anticipó Mujica a periodistas tras la ceremonia al referirse al esperado retorno de Paraguay al Mercosur.
Paraguay fue suspendido luego de la sumaria destitución de Lugo a mediados del 2012, que llevó al Gobierno a su vicepresidente, el médico Federico Franco, hasta la llegada de Cartes tras su triunfo electoral hace cuatro meses con el 46 por ciento de los votos.
Aunque la suspensión fue levantada, las relaciones dentro del bloque están tensas porque Paraguay continúa rechazando la incorporación de Venezuela como socio pleno durante su ausencia.
Cartes esperaba que el país caribeño no asumiera la presidencia del Mercosur en julio y no invitó al presidente Nicolás Maduro a su ceremonia de juramentación. Los mandatarios de Ecuador y Bolivia tampoco estuvieron.
«Estamos abiertos al diálogo, a encontrar la vuelta a la institucionalidad en el Mercosur», dijo a periodistas posteriormente el canciller recién juramentado, Eladio Loizaga.
ENTRE RETOS Y ESPERANZAS
Cartes, propietario de un banco, varias tabacaleras y una fábrica de bebidas gaseosas entre otras empresas, llega a la presidencia con un amplio respaldo del Congreso y expectativas moderadas.
Paraguay, cuarto exportador de soja y un importante proveedor de carne vacuna en la región, pasa por un boyante momento económico, con una estimación de crecimiento de 13 por ciento para el 2013 como consecuencia del buen año agrícola.
Pero el nuevo Gobierno encontrará un déficit fiscal difícil de controlar, producto de un aumento desmedido en el número de funcionarios estatales contratados y de incrementos salariales en el presupuesto los últimos dos años.
«Tengo esperanzas en que esta vez las cosas van a cambiar. Es un señor que no necesita robar porque tiene dinero suficiente y está dejando de lado la política para poner gente idónea en los puestos», dijo Rubén Paredes, empleado en el área de servicios de un hotel.
Cartes ya había anticipado lo que llamó la formación de una «selección nacional» en su gabinete conformado por personas en las que tomó en cuenta criterios técnicos más que políticos, una decisión que habría generado descontentos al interior de su partido.
Pacto asegura gobernabilidad
El Partido Colorado tiene mayoría en la Cámara de Diputados y Cartes llegó a un acuerdo con la oposición para tener apoyo también en el Senado en reformas clave, lo que aseguraría la gobernabilidad.
«Volvimos al poder después de estar en la llanura y tenemos mucha fe. Esperamos prosperidad y transparencia de su parte», dijo la estudiante Cintia Fleitas mientras festejaba entre la multitud tras presenciar el juramento.
Agencias