«Te puede dar apendicitis o cualquier otro cuadro que no tenga absolutamente nada que ver con el VIH, que cuando te hagan los exámenes de sangre preoperatorios y te salga que tienes el virus del VIH o Sida tendrás mucha dificultad para que te den la clave para operar», manifestó Ower Alexander Oberto, defensor de derechos humanos y director comunicacional de la ONG Aprovida en Venezuela.
Desde el Hospital Universitario de Maracaibo, Oberto denunció que las aseguradoras han actuado de esta manera desde hace varios años, todo esto porque muchos de los pacientes evitan denunciar para represalias por parte de estas empresas o, peor aún, de los centros de salud privados.
«Las aseguradoras no te quitan la póliza de salud porque es un negocio redondo para ellas; les pagas pero prácticamente no te dan nada a cambio. Quienes sufren de este tipo de discriminación se abstienen de denunciar por no crearse una avalancha mayor de problemas, porque si la represalia no proviene de la aseguradora privada, podría provenir de la clínica privada o hasta del personal de salud, quienes en la mayoría de los casos tienen una actitud discriminatoria y hostil para la persona infectada con VIH», advirtió.
Oberto destacó que se han presentado denuncias en la Defensoría del Pueblo para que sea este organismo quien ejecute las primeras acciones en contra de las aseguradoras, pues recordó que la realización de la prueba del VIH, sin previa aprobación de la persona a la que se le practica, contraviene la resolución SG439 del Ministerio del Poder Popular para la Salud que desde del año 1994 no permite ese tipo de exámenes sin el consentimiento del paciente.
«La mayoría de las personas que viven con VIH que gozan de pólizas de seguro privadas simplemente no utiliza su seguro para que al menos sus familiares no pierdan la cobertura en caso de fallecimiento ya que las compañías de seguro se pueden agarrarse para no pagar, utilizar la cláusula de enfermedades preexistentes», destacó. AVN