Según trascendió, la víctima, Milagros Franco, tenía alojada la aguja y se la extrajeron durante la autopsia. Sus familiares poseen las placas de rayos X que le practicaron cuando estaba siendo atendida por las lesiones y allí se podía observar el fragmento metálico
La autopsia practicaba al cadáver de la enfermera Milagros Franco, de 52 años, fallecida este martes en la maternidad Concepción Palacios, reveló que la mujer murió por los daños ocasionados por una aguja que le perforó una arteria pulmonar y que aún tenía alojada en su organismo.
El informe médico-legal expuso que el deceso de la enfermera que fue atacada brutalmente durante su guardia nocturna, por dos indigentes que dieron a luz en la maternidad, se produjo por “taponamiento por hemopericardio secundario y punción de arteria pulmonar por objeto punzante (aguja)”. La lesión le provocó una pericarditis y luego un infarto agudo del miocardio.
Según trascendió, la víctima tenía alojada la aguja y se la extrajeron durante la autopsia. Sus familiares poseen las placas de rayos X que le practicaron cuando estaba siendo atendida por las lesiones y allí se podía observar el fragmento metálico.
Laura Vaamonde, secretaria ejecutiva del Sindicato de Clínicas y Hospitales, indicó que la paciente no fue llevada a otro centro asistencial a conveniencia de la directora de la maternidad, doctora Antonieta Caporale, debido a que el caso “quería mantenerlo en secreto”, indicó.
Vaamonde dijo que los compañeros de trabajo desconocían que la aguja de la inyectadora estuviese dentro del organismo de Franco y exigió a las autoridades que las responsables de la muerte de la enfermera sean detenidas. “Eso es un crimen”, expresó.
El Ministerio Público anunció que ese despacho comisionó al fiscal 121º, Mervings David Ortega para dirigir la investigación relacionada con el caso.
AA