A pesar de la violencia, exigieron la partida de Bashar al Asad en Idleb, Alepo, Damasco, Hama y en la región de Dera a la salida de las mezquitas luego de la plegaria semanal del mediodía
DAMASCO. El ejército, apoyado por tanques y helicópteros, combatía el viernes contra los insurgentes cerca de sus bases en la ciudad de Alepo (norte de Siria), donde hubo nuevas manifestaciones contra el régimen con la consigna «los bienamados del profeta son masacrados».
A pesar de la violencia, hubo manifestaciones para exigir la partida de Bashar al Asad en Idleb (noreste), Alepo (norte), Damasco, Hama (centro) y en la región de Dera (sur) a la salida de las mezquitas luego de la plegaria semanal del mediodía.
Los militantes antirrégimen llaman a manifestarse todos los viernes desde el comienzo de la revuelta hace 18 meses, que frente a la represión se convirtió en conflicto.
«Los bien amados del profeta en Siria son masacrados» es el lema de esta jornada. Esta alusión al profeta Mahoma no es fortuita, pues en los países musulmanes se registran violentas manifestaciones contra un video de carácter islamófobo y caricaturas del profeta publicadas por un semanario francés.
Luego de dos meses de combates encarnizados en Alepo, los rebeldes y las tropas del régimen continuaban luchando por controlar esta gran metrópolis estratégica del norte.
Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), los enfrentamientos tenían lugar alrededor del cuartel de Hanano y los helicópteros militares ametrallaban al sector. También se registraban choques en numerosos barrios de Alepo, acompañados por intensos bombardeos de artillería pesada.
En el otrora atestado mercado de la Ciudad Vieja, los comercios habían bajado sus cortinas. Los insurgentes se habían apostado en las encrucijadas de la maraña de callejuelas, que eran sobrevoladas por helicópteros, constató la AFP.
Cerca de Alepo se registraban combates en el sector del aeropuerto militar de Managh, agregó esta ONG, que se basa en la información dada por una amplia red de militantes y de médicos.
Según la agencia oficial Sana, el ejército sirio descubrió 25 cuerpos maniatados y con los ojos vendados enterrados en una fosa común en Qadam, en el sur de Damasco, uno de los barrios declarados «siniestrados» por la oposición tras meses de violentos combates.
Sana acusó de la matanza a «grupos terroristas».
El ejército siguió bombardeando los barrios rebeldes de Homs (centro) y Deir Ezor (este), según el OSDH.
AFP