Los cadáveres de tres jóvenes que murieron durante un tiroteo con funcionarios de la Brigada contra Bandas del Cicpc que se registró la tarde del martes, en el boulevard de Sabana Grande, denunciaron que al cumplirse ayer tres días del hecho seguían a la espera de la entrega de los cuerpos que permanecen en la morgue de Bello Monte.
Las víctimas identificadas como Osmar Galindez, de 19 años; Luinlly Guillermo Pérez Méndez, de 26 años y Jordnike Guzmán, de 19 años, murieron en un supuesto intercambio de disparos. Sin embargo, sus familiares negaron que se hubieran enfrentado a la policía.
Aranza Galindez, hermana de uno de los fallecidos denunció dilaciones por parte del fiscal 124 AMC, Paulo Blanco, para entregar los cuerpos. Las autoridades estaban a la espera de un reconocimiento post morten por parte de testigos de los asesinatos que le atribuían a la banda.
Los tres jóvenes son señalados por el asesinato de un agente del Cicpc adscrito a la Brigada contra Bandas que fue asesinado en San Bernardino para robarle su camioneta Toyota Fortuner y por la muerte de una joven de origen hebreo que perdió la vida de un disparo, cuando llegaba a su residencia en La Florida junto a su padre, también herido en el hecho.
Osmar Galindez, dijo que su hermano era obrero y que nunca estuvo preso. No obstante expresó que “aunque hubiera cometido el delito que fuera no tenían porque matarlo así. Mi hermano tiene 9 disparos. Ahora no nos entregan el cuerpo. Ya qué le van a cobrar si está muerto”, dijo.
En la morgue también estaban la madre y hermanas de Luinlly Guillermo Pérez Méndez, de 26 años, quien según el Cicpc era el líder de la banda. Dijeron que el joven padre de 4 niños había estado preso en tres oportunidades, en la PGV y en El Rodeo, pero por delitos simples de hurtos.
AA