Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el equipo enviado por el presidente Santos, reanudaron el lunes las conversaciones tras una inesperada interrupción el viernes, cuando el grupo rebelde pidió una «pausa» para analizar la propuesta del mandatario
LA HABANA. Las FARC y el Gobierno de Juan Manuel Santos dijeron el lunes que permanecerán en la mesa de conversaciones hasta alcanzar la paz, pero el grupo guerrillero reiteró su rechazo a la propuesta de someter a un referendo el eventual acuerdo para acabar con medio siglo de conflicto armado en Colombia.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el equipo de Gobierno reanudaron el lunes las conversaciones tras una inesperada interrupción el viernes, cuando el grupo rebelde pidió una «pausa» para analizar la propuesta de Santos al Congreso de efectuar un referendo en el 2014.
La brusca interrupción del diálogo por parte de las FARC puso momentáneamente en vilo el futuro del proceso de paz en curso, en el que no han faltado contratiempos, acusaciones mutuas y hasta amenazas de abandonar la mesa de negociaciones.
«La iniciativa presentada ante el Congreso por el Gobierno como primer paso para refrendar en el futuro el eventual acuerdo que se llegare a alcanzar en La Habana no es vinculante», dijo a periodistas el jefe negociador por las FARC, Iván Márquez, poco antes de ingresar al centro de convenciones donde tienen lugar las pláticas.
«No la acompañamos, ni sujetamos los diálogos y sus resultados a dichas decisión unilateral», añadió Márquez.
El grupo rebelde dijo sin embargo que «se mantendrán en la mesa, fieles al compromiso de buscar la paz para Colombia por todos los medios».
El equipo de negociadores del Gobierno colombiano, que fue llamado a consulta el fin de semana por el presidente Santos, ingresó al lugar donde se llevan a cabo las conversaciones sin hacer comentarios a la prensa.
En un comunicado conjunto emitido en lunes en la tarde, ambas partes recordaron el primer aniversario de la firma del «Acuerdo General» para el término del conflicto.
«Con motivo de este aniversario, las delegaciones quieren reafirmar su disposición total para llegar a un acuerdo, como lo expresaron en ese documento, y así contribuir a la construcción de una paz estable y duradera», dijo el comunicado enviado por correo electrónico a periodistas.
La negociación, en la que hasta ahora las partes han logrado un acuerdo parcial en el tema agrario, se lleva adelante en un clima tenso por la negativa del Gobierno de firmar un cese bilateral del fuego como propone la guerrilla, con el argumento de que los rebeldes podrían sacar ventaja militar de esa situación y prolongar indefinidamente el diálogo.
• CONSTITUYENTE:
¿SI O NO?
Los negociadores de la guerrilla dijeron el lunes que ellos insistirán en la conformación de una Asamblea Constituyente que garantice el cumplimiento de un eventual acuerdo de paz, una idea que el Gobierno ha rechazado tajantemente.
«¿Por qué el Gobierno le tiene miedo a la Constituyente? (…) Nosotros no le tenemos miedo. Es el mejor camino porque en dicho escenario sí se logra todo lo que puede garantizarle larga duración a la paz nacional, como la reforma política, económica, la reforma del aparato electoral», dijo Márquez a periodistas.
Las FARC, debilitadas por más de una década de ofensiva militar, cuentan en la actualidad con unos 8.000 combatientes, tras llegar a tener unos 17.000 a fines de la década de 1990. Pese a ello, aún mantienen la capacidad de realizar ataques de gran impacto contra las Fuerzas Armadas y la infraestructura económica del país.
El diálogo que se celebra en Cuba sigue una agenda que además del tema agrario y la participación en política -este último ahora en discusión-, incluye también la lucha contra el narcotráfico, el fin del conflicto y la reparación a las víctimas.
El presente ciclo en la negociación de paz culminará el miércoles, dijeron fuentes del Gobierno.
Agencias