El presidente de Panamá criticó el cierre del paso fronterizo de Paso Canoas por transportistas costarricenses. A su juicio, «pareciera ser que la frontera tico-panameña es un lugar ajeno al Gobierno de Costa Rica»
PANAMÁ. El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, criticó ayer el cierre del paso fronterizo de Paso Canoas por transportistas costarricenses y responsabilizó al Gobierno de Costa Rica de la situación por no cumplir acuerdos en materia de carga terrestre.
«No quisiera meterme en problemas internos de Costa Rica pero sí, sencillamente, nosotros como Gobierno vamos a defender los intereses de los panameños que han sido perjudicados porque hay un acuerdo, y el acuerdo sencillamente Costa Rica no lo está cumpliendo», dijo Martinelli durante su participación en una actividad pública.
Martinelli, visiblemente molesto por el asunto, afirmó en declaraciones a periodistas que «pareciera ser que la frontera tico-panameña es un lugar ajeno al Gobierno de Costa Rica».
El mandatario panameño, según aseguró la televisión local, dijo que el ministro de Relaciones Exteriores de Panamá, Fernando Núñez Fábrega, viajó a San José (Costa Rica) para tratar el problema con su homólogo costarricense, Enrique Castillo.
300 contenedores afectados
El cierre afecta a unos 300 contenedores que están varados del lado panameño de la Vía Interamericana y a otra cantidad igual en el flanco costarricense. Este bloqueo del paso fronterizo ha causado ya pérdidas a los transportistas de carga panameños de más de 250.000 dólares, según datos extraoficiales de la prensa local.
Unos 17 camioneros costarricenses bloquean desde el sábado el puesto de Paso Canoas, en el límite con Panamá, en una protesta contra el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) de Panamá, informaron ayer en San José líderes de la manifestación.
El representante de los camioneros costarricenses, Juan Carlos Segura, dijo al diario La Nación, de San José, que el Senafront «ha detenido y multado a furgones con placa costarricense por cometer faltas leves como llantas lisas o por la ausencia de triángulos de seguridad y gatas hidráulicas».
Según Segura, además de confiscar las llaves de los vehículos, los panameños obligan a los camioneros costarricenses a regresar a Paso Canoas y se exige la cancelación de una multa en la ciudad panameña de David, ubicada a unos 30 kilómetros de la frontera con Costa Rica.
Sin respuesta oficial
Las autoridades costarricenses no se han manifestado al respecto hasta ahora. En marzo pasado, los camioneros costarricenses bloquearon por casi una semana este paso fronterizo por quejas contra el Senafront, lo que generó unos dos millones de dólares en pérdidas, según cálculos de transportistas panameños. Entonces, el Senafront rechazó las acusaciones y explicó que el control que aplicaba a los camiones de ese país era parte del trabajo que deben realizar a todo vehículo que ingresaba a Panamá.
La protesta de marzo pasado terminó después de que autoridades de los ministerios de Seguridad de ambos países se reunieron en el paso fronterizo y acordaron agilizar los trámites para el tránsito de carga.
Agencias