Para el anticastrista cubano Luis Posada Carriles, las denuncias del gobierno venezolano sobre su vinculación en un supuesto plan de magnicidio contra el presidente Nicolás Maduro son una «absurda fábula», dijo su abogado en Miami el martes.
«Es completamente absurdo, falso, es una absurda fábula hecha por razones políticas para distraer la atención del pueblo», dijo a la AFP Arturo Hernández, abogado en Miami de Posada Carriles.
«Luis tiene 85 años, superó un cáncer el año pasado, y cuando escucha cosas como ésta su primera reacción es reírse ¿Quién se va a comer este cuento que además es reciclado?», dijo el abogado al indicar que es la «cuadragésima tercera vez que durante el chavismo denuncian un supuesto plan de magnicido».
Hernández dijo en nombre de su cliente que «estas son denuncias que caen en momentos en que el pueblo venezolano enfrenta la inseguridad y la escasez de productos básicos de su alimentación».
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, emplazó el lunes al mandatario estadounidense Barack Obama a aclarar si ordenó o conocía del supuesto plan para asesinarlo que, según él, orquestó el cubano anticastrista Luis Posada Carriles desde Miami.
«Es mejor ni contestar a éstas cosas, es un Gobierno y ellos sabrán para qué vienen con estas fábulas en estos momentos», dijo el letrado al descartar cualquier acción legal por difamación.
El presidente venezolano anunció el lunes la captura de dos «sicarios» colombianos que estarían involucrados en un presunto plan para asesinar a Maduro, y señaló a Posada Carriles y al expresidente colombiano Álvaro Uribe como coordinadores de la conjura.
Maduro indicó que cuenta con «pruebas» de la «conspiración que viene desde el grupo y clan terrorista de Posada Carriles», acusado por Venezuela y Cuba del atentado con bomba -que dejó 73 muertos en 1976- contra un avión de Cubana de Aviación que despegó de Caracas.
También acusó que en esta «conspiración de la extrema derecha internacional» estarían involucrados grupos políticos afines al fallecido dictador chileno Augusto Pinochet, además del expresidente colombiano Alvaro Uribe, quien el lunes tildó de «infamias» las denuncias del gobierno venezolano y declinó hacer más comentarios.