Cinco muertos y 17.484 hectáreas incineradas son hasta ahora el balance de una ola de incendios forestales que enfrenta Ecuador y para cuya extinción ha recibido colaboración de países como Colombia, Brasil y Venezuela, se informó el sábado.
La cifra de siniestros, que según la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos alcanza los 3.069 en todo el país, representan un 100% más de los generados en 2011, afirmó el sábado el presidente Rafael Correa durante su programa de radio y televisión «Diálogo con el presidente».
Correa lamentó la última muerte de un bombero de 25 años, que se suma a la de otras cuatro personas, entre ellas dos ancianos que fueron alcanzados por el fuego luego de que encendieron basura en su finca.
Los eventos se explican por una estación «particularmente seca y con fuertes vientos» y en la que «la gente hace lo que siempre hacía quemar basura, pero viene el viento, contamina el resto y se arma un incendio forestal», afirmó el mandatario.
Sin embargo, «sí han habido incendios deliberados», especialmente en Quito, ciudad que fue declarada en emergencia y que se encuentra entre las ocho localidades con alerta naranja decretada por el gobierno, dijo Correa.
«Estamos investigando, esto es criminal», agregó.
Del total de flagelos, el 80% han ocurrido en esta capital y sus alrededores, «lo que ha llamado la atención y se está investigado», ratificó la titular de la secretaría, María del Pilar Cornejo.
Añadió que al momento siete personas detenidas estaban siendo indagadas.
La víspera, los quiteños recibieron con alivio la primera lluvia con granizado, luego de casi de tres meses de ausencia de precipitaciones y que contribuyó al sofocamiento de al menos ocho de los nueve incendios que reportó en la jornada el Comité de Operaciones de Emergencia de Quito.
AP