La negligencia, la falta de mantenimiento y un abandono generalizado de la cultura de seguridad dentro de la estatal PDVSA serían los causantes de la explosión de la refinería de Amuay en el 2012, accidente que dejó al menos 55 muertos y 156 heridos y ocasionó pérdidas por más de $1,830 millones, concluyó un informe sobre el siniestro en cuya elaboración participaron cerca de 30 expertos de la industria.
El informe, preparado por una comisión del Centro en Orientación en Energía (COENER), contradice la versión oficial del régimen de Nicolás Maduro de que el peor siniestro en la historia petrolera del país fue provocado por “actos directos de sabotaje” que habrían sido orquestados por la oposición y Estados Unidos con fines electorales.
La versión del gobierno “es como una falta de respeto [a la capacidad intelectual]”, dijo desde Caracas Diego González, presidente de COENER, un centro de investigación venezolano.
“El señor ministro [de Energía, Rafael Ramírez] incluso ha involucrando al gobierno de Estados Unidos en actos de sabotaje, cuando esas cosas simplemente no ocurren en una instalación petrolera. Los que hemos trabajados en este tipo de instalaciones, ya sea de refinación, ya sea de operaciones de producción, o terminales de embarque, sabemos que esas cosas no ocurren, son muchos los controles, los mecanismos de seguridad”, agregó González.
El experto petrolero se refería a las acusaciones lanzadas por Ramírez y el propio Maduro, quienes han insistido en que la terrible explosión de agosto del 2012 fue provocada por la oposición para restarle votos al fallecido presidente Hugo Chávez en las elecciones de octubre del año pasado.
“Esta derecha no tiene escrúpulos para hacerle daño a la Patria” comentó Maduro hace unos días. “Sectores desesperados, que creían que incendiando una refinería le ganaban las elecciones a Chávez; y no sólo fue que se las ganaron, sino que fueron coleteados por el pueblo”.
Ramírez, por su parte, respaldó la versión del máximo líder del chavismo.
“Hemos podido detectar y detectamos en lo últimos eventos, sabotaje directo, nuestros técnicos de algunos de los eventos que han ocurrido en Amuay han detectado, y ya está comprobado, que no hubo falla ni nada, sino un sabotaje directo sobre nuestras instalaciones”, aseguró el funcionario en un programa de televisión.
El caso está bajo investigación de las organizaciones policiales del chavismo, cuyos líderes han dejado entrever que pronto podrían presentar cargos formales contra dirigentes de la oposición.
No obstante, los expertos llegaron a conclusiones muy distintas, ya que el informe delinea una cadena de fallas y de incumplimientos en las normas de prevención y de seguridad dentro de la refinería.
Según el informe, la explosión fue causada por la ignición de una nube de gas creada por un escape incontrolado de olefinas, componentes inflamables producidos en el proceso de refinación.
La fuga –probablemente producida por el colapso de algún sello mecánico- generó la peligrosa nube de gas que se acumuló en la zona por la falta de viento.