“Estas camisas las hace la señora Petra, una mirandina que vive en Caucagua”. ¿Les suena conocida esta frase? Cuando el gobernador Henrique Capriles Radonski hace referencia a la importancia de la producción nacional siempre presenta con orgullo un atuendo hecho en Miranda, que ha llamado mucho la atención de propios y ajenos por su calidad y buen gusto, dándole crédito a su artífice, Petra Rengifo.
Con una sonrisa que pasa rápidamente de la pena a la emoción, esta talentosa modista relata su sorpresa cuando recibió la noticia de que el mandatario regional estaba hablando de ella por televisión. “Mis hijas llegan a mi casa y me cuentan que el Gobernador me está mencionando: Dijo que hay una señora de Caucagua que le está haciendo las camisas, ¡y esa eres tú! Eso me emocionó tanto como cuando me llamaron para informarme que las ayudas para mi taller habían salido, porque ahora sí voy a tener algo que me permita ayudar tanto a mi familia como a la comunidad”.
Es que Petra no siempre ha sido un nombre de referencia en el área de la costura, pues gran parte del tiempo trabajó para terceros. Incursionó en el mundo de la confección desde el año 1971 cuando comenzó a estudiar este oficio en el Ince. Pasó por varias fábricas en Caracas hasta que se compró una máquina de coser. Quería algo propio.
Dedicada a trabajar por su cuenta, comenta que “aunque no era mucho, para mí era importante tener algo mío”. Sin embargo el alto costo de la vida en Caracas la lleva a regresar a sus raíces en Caucagua. “Me traje mis máquinas y conocí al señor Lotar González, con quien produzco las camisas que se han hecho tan famosas. Gracias a eso estoy avanzando poco a poco, nos ha ido mejor. Trabajo con mis hijas, y mi hijo confecciona uniformes escolares”.
Laborando para el señor Lotar y su hijo, quienes están a cargo del diseño de las camisas y su comercialización, surge una idea que cambiaría su futuro: Llevarle al Gobernador una muestra de las camisas, lo que se concretó en un cliente que cree en su trabajo y eso se tradujo en producción constante. Además, Petra ya no sería simplemente ‘la costurera del señor Lotar’, pues recibió la oferta del Gobierno regional de un Certificado de Materiales de Construcción sin Deuda y un crédito productivo para poder hacer un local para su taller y comprar más máquinas.
Con este logro, el sueño altruista de Petra va más allá de confeccionar. Gracias a estas ayudas que recibió del Gobierno de Miranda, hará realidad lo que llama “un taller al beneficio de la comunidad”, donde no sólo trabajen ella y sus hijos sino donde también sus vecinos reciban herramientas para prosperar. “Muchas personas me han pedido que les enseñe y me dicen que quieren trabajar, por eso yo quiero apoyarlas, sobre todo a las madres porque pasan mucha necesidad y yo les quiero dar esa oportunidad”.
Prensa Miranda