BAGDAD. Una oleada de atentados explosivos coordinados en Bagdad y otros actos de violencia en Irak dejaron el martes al menos 67 muertos, dijeron las autoridades, en la más reciente oleada de derramamiento de sangre que se ha incrementado en los últimos meses y que no han podido contener las fuerzas de seguridad.
Numerosas personas perdieron la vida a causa del estallido de varios coches bomba al inicio de la noche la capital iraquí cuando la gente efectuaba compras o se dirigía a cenar.
Las explosiones afectaron 11 vecindarios distintos, en los que murieron más de 50 personas en un lapso de menos de dos horas.
Las matanzas ocurren en medio de una intensificación de la violencia en momentos en que la insurgencia intenta aprovechar una exacerbación de las tensiones sectarias y étnicas. La escala del derramamiento de sangre ha alcanzado niveles nunca vistos desde 2008, cuando Irak estuvo al filo de una guerra civil.
El atentado del martes en la noche que dejó la cifra más elevada de víctimas ocurrió en el suburbio de Husseinia, una zona chií, en el noreste de Bagdad. Dos coches bomba estallaron cerca de restaurantes y comercios con resultado de nueve muertos y 32 heridos.
Una hilera de restaurantes también fue blanco de los ataques en el vecindario oriental de Talabiya, predominantemente chií, donde murieron siete personas y 28 quedaron heridas.
AP