Así lo aseguraron vecinos de esta comunidad perteneciente al barrio Ojo de Agua del municipio Baruta, quienes critican que el servicio de saneamiento es insuficiente para sus necesidades, asegurando que el camión recolector pasa cada 15 días, convirtiendo los botaderos improvisados en criaderos de mugre e insalubridad
Un olor nauseabundo golpea de forma inmediata al olfato de quien visita por primera vez a la comunidad de El Arenal, barrio Ojo de Agua, perteneciente al municipio Baruta del estado Miranda, donde varios botaderos improvisados colmados de basura, dan la bienvenida a la comunidad, que asegura “se encuentra en el abandono de las autoridades”.
Según los vecinos, esta situación data casi desde la inauguración del sector. Sin embargo, afirmaron que ha venido empeorando hace un año, cuando a alcaldía de la jurisdicción quitó los container donde se almacenaban los desperdicios mientras pasaba el camión recolector, una vez por semana.
Pero los contenedores siguen sin remplazados, generando el caos existente; que sumado al intermitente servicio de aseo urbano, convierten a estos espacios en criaderos de mugre e insalubridad.
“El camión debería pasar todos los miércoles, pero ahora la basura puede estar ahí hasta dos semanas y nada, incluso ha llegado a durar un mes sin que pase. Esto se ha tornado cada vez más insostenible, nos hundimos en basura”, comentó Kimberly García, residente.
Consecuencias
Por su parte, Alejandro Guerra, vecino y comerciante del lugar, explicó que esta realidad ha afectado particularmente su negocio y vivienda, dado a que la cantidad de desechos ha ido socavado el terreno, ocasionando el derrumbe de un muro de contención sobre el que se encuentran sus propiedades.
“La alcaldía llegó e hizo una inspección, quitó los containers para hacerle mantenimiento y prometió que haría una especie de cuartos para depositar los desechos, pero dejó eso así y ‘adiós luz que te apagaste’. La gente tuvo que poner las bolsas en la nada y eso fue debilitando la tierra, el muro de piedra se vino y ahora estoy a la deriva, rezando para que no pase nada peor”, lamentó.
Escenario que se repite en los cuatros botaderos que se distribuyen en el sector. El segundo, ubicado en la entrada de la Vuelta la Chiva, ya ha causado una enorme hendidura en la montaña, lo que da la impresión de que el talud podría derribarse en cualquier momento.
Exigen soluciones
Ante esto, los vecinos exigen que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto y le brinden soluciones a la comunidad, comenzando con un servicio de recolección más frecuente y la reinstalación de los contenedores.
“Ya hemos ido a todas las instancias correspondientes, nos pidieron que recogiéramos firmas y eso hicimos, pero no han hecho nada. No obstante, es necesario reiterar el llamado. A los tres niveles de gobierno le decimos: recuerden que las elecciones vienen en camino, y si ustedes se olvidad de nosotros pues aquí haremos lo mismo” , resaltó una vecina quien prefirió resguardar su identidad.
Otros problemas
Los habitantes de El Arenal, barrio Ojo de Agua perteneciente al municipio Baruta, enumeraron una serie de problemas que indicaron aquejan a la comunidad, entre los que destacan las fisuras y cráteres de la vialidad.
Solange Guerra, vecina, explicó que a pocos metros de la vía principal hay una Cantera, que despacha arena y tierra, por lo que camiones de carga pesada suele pasar por la calle, que indicó, no tiene la capacidad para aguantar tanto peso. “Necesitamos que prohíban el paso de estos vehículos, pues es la comunidad que paga las consecuencias”, exigió.
También pidieron el embaulamiento de la quebrada que pasa por el lugar, y que se encuentra cercana a uno de los botadero, la cual colapsa en época de lluvias dado a los desperdicios y las tuberías de aguas negras, que la han convertido en un desagüe improvisado.
Denuncian “chanchullo”
Según algunos vecinos de Ojo de Agua, los trabajadores del aseo urbano, dependientes de la empresa Fospuca, mantienen un “chanchullo” que impide que el servicio se preste de forma regular en el lugar, además de los problemas que ya presenta.
Señalan, que los obreros sólo recogen una parte de los desperdicios para dejar espacio suficiente en el camión, con el fin de recolectar los escombros de quienes paguen por el servicio. Según, con la defensa de que “la empresa no les paga los suficiente y deben arréglaselas por fuera”.
Anabel Barrios Díaz
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