Varias figuras de la oposición siria se pronunciaron el domingo por el derrocamiento del presidente sirio Bashar Assad, durante una reunión inusitada en la capital, fuertemente controlada por el gobierno, en un posible intento de los reunidos por posicionarse como una alternativa a la rebelión armada.
Los rebeldes que luchan contra Assad típicamente han subestimado la llamada «oposición interna» como demasiado indulgente con el dictador sirio, por lo que las fuertes declaraciones de los 16 partidos de la Coordinadora Nacional para el Cambio Democrático en Siria podrían tratar de ganar credibilidad entre el pueblo sirio de que ellos desprecian al régimen, pero que no son partidarios de una rebelión que se ha convertido en una sangrienta guerra civil.
La reunión se realizó en medio de estrictas medidas de seguridad en un hotel en la capital, Damasco, y contó con la asistencia de los embajadores de Irán y Rusia, dos aliados del acuciado régimen del presidente Bashar Assad.
La presencia de representantes de ambos países indica que el régimen de Assad autorizó la conferencia para reforzar su propia retórica, de que debe haber una solución pacífica a la crisis siria a través del diálogo.
Un comunicado distribuido a la prensa dijo que los participantes en la Conferencia acordaron una serie de principios, sobre todo «el derrocamiento del régimen con todos sus símbolos», al tiempo que subrayó la necesidad de una «lucha pacífica para lograr los objetivos de la revolución».
«Es nuestro derecho a reunirnos aquí, en la capital, para expresar nuestros puntos de vista sin estar sujetos a los dictados y las presiones o ser forzados a hacer concesiones», dijo el jefe de la coordinadora, Hasan Abdul-Azim, a The Associated Press.
Persisten agudas divisiones en la oposición siria, entre la que está en el exilio y la interna. Ambas tienen discrepancias sobre la forma para derrocar a Assad.
AP