La Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense tiene capacidad de acceder a los datos de los usuarios de iPhone, Blackberry y de teléfonos inteligentes con el sistema operativo Android, según documentos a los que ha tenido acceso el semanario alemán «Der Spiegel».
En la edición que mañana saldrá a la venta, la revista desvela la capacidad del espionaje de Estados Unidos para llegar a todos tipo de dispositivo móvil y acceder a las listas de contactos, los mensajes de texto, las notas y la localización de los propietarios de los aparatos.
Según los documentos internos a los que la publicación asegura que ha tenido acceso, la NSA constituyó grupos de trabajo especializados en los diferentes sistemas operativos con el objetivo de diseñar posibles vías de entrada a los móviles inteligentes.
En el caso de los iPhones, bastó con infiltrarse en el ordenador con el que el aparato está sincronizado para, gracias a miniprogramas denominados Skripte, lograr tener acceso a hasta 38 aplicaciones de este tipo de móviles.
Tampoco se le han resistido al espionaje estadounidense las BlackBerry, ya que hay documentos fechados en 2009 que atestiguan la capacidad de la NSA de «ver y leer» los mensajes de texto de estos aparatos.
En esa fecha, sin embargo, la agencia comenzó a tener problemas puntuales para acceder a ese tipo de móviles, ya que la empresa canadiense se hizo con otra compañía que le ayudó a modificar su sistema de compresión de datos.
Pero el departamento encargado de los aparatos BlackBerry, según «Der Spiegel», consiguió solucionar el problema y documentos de marzo de 2010 atestiguan que volvía a tener acceso a este tipo de dispositivos e, incluso, proponía celebrarlo con «champán».
La NSA habría podido también llegar al sistema de correos electrónicos de BlackBerry, considerado totalmente seguro por el fabricante.
El análisis de toda la documentación lleva a «Der Spiegel» a la conclusión de que esta tecnología no forma parte del espionaje masivo de la NSA, sino que se enmarca en operaciones concretas dirigidas a objetivos determinados que se ponen en marcha sin conocimiento de las empresas.
EFE