El repique de las campanas de la catedral de la ciudad de Lérida (oeste de Cataluña) dio la señal para la formación de la cadena
MADRID. Cientos de miles de personas participaron ayer en una cadena humana de unos 400 kilómetros que atravesó de norte a sur la región de Cataluña, en el noreste de España, para pedir la independencia y la celebración de un referéndum.
El repique de las campanas de la catedral de la ciudad de Lérida (oeste de Cataluña) a las 17.14 hora local (15.14 GMT) dio la señal para la formación de la cadena humana, convocada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y que se extendió desde la localidad de Le Perthus (sur de Francia) a la de Alcanar (sur de Cataluña).
Muchos de los participantes vestían camisetas amarillas y del Fútbol Club Barcelona con la bandera catalana y todos se dieron las manos bajo el eslogan de «Vía Catalana hacia la Independencia».
En un contexto en el que el Gobierno autónomo catalán reivindica poder celebrar un referéndum de autodeterminación en 2014, el presidente de la región, Artur Mas, declaró en las horas previas a la cadena que el objetivo es «asombrar al mundo entero» en la reivindicación soberanista.
También subrayó su deseo de agotar todas las vías de diálogo para que el Estado autorice celebrar el referendo. Está previsto que hasta las 18:00 hora local (16.00 GMT) la cadena humana pase por 86 municipios, entre ellos las ciudades de Barcelona, Gerona y Tarragona en un total de 778 tramos.
La Vía Catalana está inspirada en la cadena humana de 600 kilómetros que en 1989 protagonizaron miles de ciudadanos de Estonia, Letonia y Lituania para reclamar la independencia de las tres repúblicas bálticas de la extinta URSS.
Agencias