Sorpresivo triunfo azteca dejó fuera del 1-2 a los equipos grandes de Suramérica en el Premundial de baloncesto de Caracas
Primero fue sorpresa. Luego “la revelación”. Y al final se llevó, con todos los merecimientos, el título del Torneo de las Américas. Es el retorno de México, luego de varias décadas, al primer plano del baloncesto continental.
Lo llamaron “el invitado”, porque en esa calidad asistió al Centrobasket, donde se ganó el boleto para Caracas. Y aunque se habló de sus progresos, a nadie se le ocurrió asomarlo como favorito frente a gigantes como Puerto Rico, Brasil o Argentina.
Solo que este fue un certamen panamericano atípico. No solo por la ausencia de Estados Unidos, clasificado directo al mundial por su oro en los Juegos de Londres. Especialmente porque, frente a la tradicional fuerza de algunos equipos, se vio el avance de otros y, como en muchos hubo trabajos de renovacíón, se llegó a una competición intensa, bastante pareja, con un baloncesto bien jugado y en el marco espectacular de El Poliedro.
México tuvo como ariete al NBA de los Hawks, Gustavo Ayón, designado con justicia como el Más Valioso. Pero no estuvo solo. Así como Mata, entre otros, le respaldaron en los tableros, su juego exterior contó con hombres de buen manejo y certeros tiradores como el conocido Paul Stohl, ex Gigantes de Guayana.
Desarrolló, además, un buen baloncesto. Con mucho trabajo defensivo, responsabilidad en el manejo de la pelota, buena selección de tiro. Acertadamente dirigido, pudo llevar los partidos paso a paso dejando la impresión, además, de que es un cuadro con espacio para mejorar.
Puerto Rico, llegado como gran favorito, debió conformarse con repetir el placé del premundial anterior. Tuvo en sus manos el título con ese último disparo que erró Galindo cuando terminaba el tiempo (no era mejor buscar el empate con un doble?), y lo cierto es que el partido estaba para cualquiera de los dos. A pesar de que la mayor parte del tiempo fue México el dominador. Pero, aunque Barea y Arroyo pusieron esfuerzo extra, no hay duda de que pegó la fuerte marcación desde el primer minuto.
Argentina, si bien terminó de tercero, puso en acción, alrededor de un gran Luis Scola, a un elenco joven, que dejó en pie la jerarquía de su baloncesto y seguramente logrará mayor desarrollo para el Mundial.
Precisamente, esos tres que subieron al podio fueron los vencedores del quinteto venezolano, en partidos sumamente disputados. Otro espaldarazo en el balance para el equipo del “Che” García. Y por primera vez en mucho tiempo en el 1-2 no figuró alguno de los colosos suramericanos.
El All Star
Ayón (México), Scola y Facundo Campazzo (Argentina), Renaldo Balkman y José Juan Barea (Puerto Rico), formaron el Todos Estrellas, con el azteca como MVP. Un reconocimiento a la calidad, en medio de un certamen en el cual los técnicos exigieron un baloncesto colectivo, como debe ser, cada vez más afianzado en la tarea defensiva.
Por cierto, Cuatro equipos tuvieron al frente entrenadores argentinos y dos españoles. Es un reflejo del desarrollo actual del baloncesto en dos países que han logrado estabilizar sus selecciones y darles base sólida con un buen trabajo en las divisiones menores y en la formación y mejoramiento de sus técnicos.
La organización
Reconocimiento general tuvieron los visitantes para la organización del certamen. El movimiento alrededor de los equipos solventó cualquier detalle, y la excelente cobertura mediática llevó a todas partes el desarrollo del certamen. Al respecto circulan las mejores expresiones hacia la tarea del equipo de prensa conducido por Luis Vargas.
La afición respondió al esfuerzo del equipo nacional aunque, como suele ocurrir, una vez eliminado este se redujo notablemente la asistencia, floja en las primeras dos jornadas. En general, Caracas se afianzó como plaza internacional para el baloncesto.
Todo debe cambiar
Para el mejor jugador del torneo, integrante del quinteto ideal y ganador de la medalla de oro con la selección de México en el Premundial de Baloncesto Caracas 2013, Gustavo Ayón, este triunfo servirá para que este deporte crezca en el país azteca y se consolide.
“Este triunfo lo merecía nuestro país, desde hace 37 años México no hacía nada importante. Esta victoria servirá para que nuestro baloncesto cambie, esta medalla de oro le da una garantía a los jugadores de que sí se puede. Este triunfo debe cambiar la historia del baloncesto mexicano”, sentenció el jugador.
México venció a Puerto Rico en la final con pizarra de 91-89, mientras que Argentina derrotó a República Dominicana (103-93) para llevarse la medalla de bronce. El quinteto ideal estuvo integrado por los argentinos Facundo Campazzo y Luis Scola, los boricuas Renaldo Balkman y José Barea y el mexicano Ayón, que fue también el más valioso.
“Un sueño más, una meta más cumplida, se lo dedico a mi hijo, a mi familia y a mi país, aunque no hubiese sido posible sin el apoyo del equipo. Nosotros jugamos día a día en el torneo, con mucha entrega por la camiseta”, añadió Ayón.
México venció en su transitar a Venezuela, Paraguay, República Dominicana, Uruguay, Jamaica; perdió con Canadá y con Argentina en la ronda de grupos pero después los derrotaron en la semifinal. A Puerto Rico los vencieron en dos oportunidades.
“Muy contento de lo que se ha conseguido, un paso importante para el baloncesto mexicano, hemos llegado hasta aquí por esa capacidad de sacrificio, constancia y humildad, hicimos un juego bonito”, sentenció el técnico Sergio Valdeolmillos.
Barea por su parte dio todo el crédito a México por el triunfo. “A veces se gana y a veces se pierde, México jugó muy bien sin duda el mejor del torneo y es merecida su victoria, pero estamos en buen camino para el Mundial”, comentó.
Armando Naranjo / donarmandonaranjo@gmail.com / @DonArmandoN