El cuádruple homicidio ocurrió en el barrio La Cidra, a las 4 de la mañana, cuando los vecinos escucharon los disparos. Las víctimas quedaron registradas como Windel Jesús Lameda Fermín (21), Jefferson José Rojas (16), Raúl Franco Hermoso (17) y Francisco Javier Salazar, de 26 años, quienes recibieron tiros de gracia en el cráneo
Al amanecer de este jueves, los vecinos del barrio La Cidra, en Ruiz Pineda, se encontraron con los cadáveres tiroteados de cuatro jóvenes en la entrada del sector. Tres quedaron entre la maleza de un cerro, mientras que otro reposaba boca arriba en las escalinatas del sector.
Los vecinos escucharon disparos a las 4:00 de la madrugada, lo que hace presumir que a esa hora los asesinaron. A los tres primeros, les dispararon en un callejón y luego los arrastraron por una caminería desde donde los arrojaron al monte. Tenía varios disparos, casi todos con heridas de bala en la cabeza.
Las víctimas, Windel Jesús Lameda Fermín, de 21 años, Jefferson José Rojas Rojas, de 16 años, Raúl Franco Hermoso, de 17 años y Francisco Javier Salazar, de 26 años, vivían en el barrio La Montañita, en Ruiz Pineda. La noche del miércoles estuvieron bebiendo licor frente al bloque 1 de la UD9, pero cuando se les terminó el trago fueron a La Cidra en busca de otra botella.
Bajo engaño…
Tanto la policía como los familiares de los jóvenes creen que los llevaron bajo engaño, porque de otra manera no se explica cómo llegaron los cuatro a ese lugar en sus motos que desaparecieron. En el primer descanso de la subida, quedó una Empire Horse negra que se presume pertenecía a una de las víctimas. “Todos ellos tenían sus motos y no se sabe dónde están. Tuvieron que habérselas robado”, decía una mujer en voz alta.
Uno se salvó
por veloz carrera
Del lugar logró escapar un joven, amigo de los fallecidos, quien presuntamente pudo correr y salir en una de las motos. Llegó a La Montañita diciendo que habían matado en las escaleras de La Cidra a Jefferson Rojas. Cuando se corrió el rumor, los familiares del resto se fueron de prisa hasta el sitio porque la última vez que los vieron estaban juntos, bebiendo como acostumbraban en los bloques de Ruiz Pineda.
Nelson Lameda, dijo que al principio tenían la esperanza de que fuera un solo muerto. “Pero llegamos aquí y vimos que los otros tres estaban tirados allí. Estaba mi hijo y su primo Raúl, eran primos lejanos porque él es hijo de una prima mía”, contó.
Lameda dijo que su hijo salía muy temprano a trabajar porque estaba empleado con una contratista que pintaba galpones en Los Teques. La tarde del miércoles regresó, se quedó bebiendo con sus amigos. A las 10:00 de la noche su mujer pasó y él le dijo que se quedaría ahí. A las 3:00 de la madrugada la llamó por teléfono para que estuviera pendiente porque iba de vuelta a casa. Nunca llegó.
Dirna Rojas, madre de Jefferson, contó que su hijo salió a las 9:00 de la noche. A diferencia del primero no trabajaba ni estudiaba y era el tercero de cinco hermanos. “Estaba con sus amigos tomando por donde yo vivo. Me avisaron esta mañana y me vine. Aquí lo encontré, como lo ves, muerto en las escaleras”, dijo.
Enrique Franco, padre de Raúl, pidió justicia por el cuádruple crimen en el que murió el menor de sus 5 hijos que laboraba junto a Lameda y Salazar en una construcción en Los Teques, que según él pertenece a la Misión Vivienda. Dijo que Francisco era el jefe de ellos en la obra.
El 4 de enero pasado, mataron a otro de sus hijos. Se llamaba Jhonny Alexander Franco Lameda y fue ultimado en un refugio de Mamera. Por ese caso no hubo detenidos.
Van 6 muertos
de «El Conejo»…
Mientras los funcionarios de la División contra Homicidios del Cicpc levantaban los cuatro cuerpos, los vecinos se asomaban desde balcones y ventanas para presenciar la escena. En las escaleras algunos se sorteaban la responsabilidad de mencionar a los homicidas. “Eso está en la prensa. El nombre del asesino ya está publicado. Ya han matado a seis así mismo en este lugar”, decía otra señora temerosa de identificarse.
Se refería a las notas de prensa que el pasado lunes reseñaban el crimen de Riger Galarraga de 26 años, trabajador de una empresa de seguridad que fue asesinado la madrugada del sábado en el barrio La Cidra. Su familia señaló abiertamente que el homicida era apodado “El Conejo” y que era amigo de la víctima.
Ese sujeto, peligroso azote de la zona y con tan solo 17 años de edad, sería el autor intelectual de las recientes muertes, según informaciones extraoficiales. A Galarraga se lo llevó bajo engaño desde Coche hasta Ruiz Pineda. Estaban bebiendo con un grupo de amigos y cuando se quedaron solos le dio ocho disparos. Díaz antes había matado a otro amigo de 14 tiros, bajo el mismo modus operandi.
La Policía Científica maneja que “El Conejo” también está tras la muerte de los cuatro amigos. Según testigos en este caso actuó con dos de sus compinches, “Cara e’ guante” y “El Hijo de Saturno”. Creen que las víctimas fueron llevadas hasta Ruiz Pineda por algún conocido que los traicionó y allí estuvieron bebiendo licor con los asesinos minutos antes de ser ajusticiados.
AA