Por su parte, la oposición siria pidió que también se prohíba al régimen del presidente Bashar al Asad usar misiles balísticos y aviones en zonas urbanas.
Rusia y Estados Unidos concluyeron el sábado en Ginebra un acuerdo que obliga a Damasco a presentar una lista de sus armas químicas en el plazo de una semana y prevé una resolución de la ONU, con posibilidad de recurrir a la fuerza, en caso de que el régimen incumpla sus compromisos.
El acuerdo fue acogido favorablemente, salvo por la oposición siria. Turquía e Israel se mostraron escépticos.
Por otra parte, Kerry llegó este domingo a Israel para hablar con el primer ministro Benjamin Netanyahu de la situación en Siria y de las negociaciones israelo-palestinas.
«Nos felicitamos de este acuerdo. Por un lado, ayuda a los sirios a salir de la crisis y, por otro, permitió evitar la guerra contra Siria, al dejar sin argumentos a quienes querían desencadenarla», declaró el domingo el ministro de la Reconciliación sirio, Ali Haidar, a la agencia pública rusa Ria Novosti.
El acuerdo aleja la posibilidad de una intervención militar de Estados Unidos en represalia por el ataque químico del 21 de agosto, que dejó centenares de muertos y que Washington atribuye al régimen.
«Este acuerdo (…) es una victoria para Siria gracias a nuestros amigos rusos», dijo Haidar.
China también acogió favorablemente este domingo el acuerdo. «China celebra el acuerdo marco alcanzado entre Estados Unidos y Rusia», declaró este domingo el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, durante una reunión en Pekín con su homólogo francés, Laurent Fabius.
Desde hace más de dos años, China, junto con Rusia, usando su veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, se ha opuesto a las iniciativas para intentar presionar al régimen de Asad de las tres potencias occidentales que también tienen derecho de veto en esa instancia (Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia).
Fabius, que llegó por la mañana a Pekín, dijo que el acuerdo ruso-estadounidense es «un importante paso adelante».
El sábado, Fabius había indicado que Francia también tomará en cuenta el informe que habrán de presentar el lunes los inspectores de la ONU «sobre la matanza de Damasco», el pasado 21 de agosto.
En este contexto, la Coalición Nacional Siria pidió que «la prohibición de armas químicas, cuyo uso provocó la muerte de más de 1.400 civiles, se extienda a los misiles balísticos y a la aviación contra las zonas urbanas».
Aunque en su comunicado la Coalición no comenta directamente el acuerdo del sábado entre Estados Unidos y Rusia, el jefe del Ejército Sirio Libre (ESL), el general Selim Idris, asegura que Damasco cedió «por miedo a un ataque militar».
El presidente estadounidense, Barack Obama, celebró el acuerdo, pero insistió en que «Estados Unidos sigue preparado para actuar, en caso de que fracase la diplomacia».
Los inspectores de armamento tendrán que estar en Siria como máximo en noviembre, estimó por su parte el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, tras su reunión en Ginebra con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, que posibilitó el acuerdo.
El jueves, el presidente sirio se había comprometido a enviar a Naciones Unidas los documentos para adherirse a la Convención Internacional para la Prohibición de Armas Químicas, si Estados Unidos deja de «amenazar» con una intervención militar y de «dar armas» a los rebeldes.
Estadounidenses y rusos esperan que este proceso desemboque en un acuerdo más amplio para poner fin a una guerra civil que en dos años y medio dejó unos 110.000 muertos. El domingo, tres personas, incluyendo a un periodista de una revista oficial, murieron en un atentado en Idleb (noroeste).
Kerry y Lavrov fijaron en Suiza una nueva reunión que se celebrará «en Nueva York en torno al 28 de septiembre», coincidiendo con la Asamblea General anual de la ONU para fijar una fecha para una conferencia de paz en Siria.
AFP