El papa Francisco dijo ayer que «la humildad y el amor» son características indispensables para el que gobierna, mientras que «los ciudadanos, sobre todo si son católicos, no pueden desinteresarse de la política».
«Un buen católico se implica en política ofreciendo lo mejor de sí mismo para que el gobernante pueda gobernar», afirmó el pontífice argentino en la homilía pronunciada durante la misa matutina que celebra a diario en la residencia de Santa Marta, donde habita en el Vaticano.
Insistió en que «los ciudadanos no pueden desinteresarse de la política» y agregó al respecto: «Ninguno de nosotros puede decir: Yo no me meto en esto, ellos gobiernan». Según el papa, lo mejor que se puede ofrecer al gobernante es la oración «para que gobierne bien, para que lleve nuestra patria, nuestra nación adelante y también al mundo»
Por otro lado, destacó, quien gobierna «debe amar a su pueblo porque un gobernante que no ama, no puede gobernar; como máximo podrá ordenar, poner un poco de orden, pero no gobernar». Para Jorge Mario Bergoglio, la política, conforme a la Doctrina Social de la Iglesia, «es una de las formas más elevadas de la caridad, ya que sirve al bien común».
Agencias