Equipos de búsqueda y rescate con perros y suministros médicos comenzaron a peinar casas, vehículos y montones de escombros
LONGMONT. Los rescates aéreos cedieron en importancia el miércoles a la búsqueda casa por casa de víctimas de las inundaciones en las faldas de las montañas de Colorado, en momentos que las autoridades reducen el ritmo de las operaciones de emergencia y comienzan la «larga y ardua» fase de recuperación.
Equipos de búsqueda y rescate con perros y suministros médicos comenzaron a peinar casas, vehículos y montones de escombros en busca de víctimas, en momentos que el número de personas desaparecidas bajó de 1.200 a sólo unas 300.
También están documentando los daños que encuentran, dijo Joe Pelle, jefe de la Policía del condado de Boulder.
Los rescatistas ponen fin así a la respuesta de «alto octanaje» ante las fuertes inundaciones que comenzaron la semana pasada «y comienzan la larga y ardua tarea que queda por delante», dijo Pelle.
Algunos de los helicópteros que se usaron para rescates pudieran regresar a Fort Carson, donde seguirán en alerta, dijo el teniente Mitch Utterback, de la Guardia Nacional de Colorado.
Los rescatistas están tratando de establecer contacto con 450 personas que quedaron atrapadas en el condado de Larimer, al norte de Boulder, pero no estaba claro si alguna de esas personas quería salir del lugar, dijo John Schulz, portavoz del jefe policial.
Schulz advirtió a los que quedaron atrás que es posible que tengan que quedarse en el lugar en momentos que terminan las operaciones de emergencia.
«Los recursos aéreos de (los militares) se retirarán pronto», dijo el portavoz. «El condado de Larimer no tiene helicópteros, una vez que se marchen no vamos a poder llegar a esas personas en mucho tiempo».
Las autoridades permitieron el miércoles que los dueños de negocios entraran al fuertemente afectado poblado de Lyons para evaluar los daños y se espera que los propietarios de vivienda, a quienes se obligó a evacuar, llegaran al lugar el jueves.
Muchos propietarios de viviendas ignoraron las órdenes de evacuación y saludaron a los helicópteros que sobrevolaban la zona.
AP