La iniciativa de la creación del Órgano Superior para la Defensa de la Economía, es plausible, aunque más plausible aún, sean las acciones que desde esta instancia se tomen para administrar la complejidad de la economía de un país, definida de forma muy elocuente por algunos economistas como un «cuero seco
Lamentablemente, en economía no hay piloto automático, ese botón que, con algunas condiciones y matices, permite que muchos sistemas mecánicos o procesos robotizados, puedan prescindir de la mano del hombre. Si admitimos el instinto hedonista de cada uno de nosotros, no hay duda que nos gustaría hacer una receta definitiva que nos permita descansar, quizás achinchorrarnos, en cuanto al manejo de la economía.
Pero para quienes nos empeñamos en una sociedad más justa, con mejor distribución de la riqueza y progresista, tomar el camino del piloto automático, sería exactamente dejar fluir el concepto del «laissez faire» expresión de origen francés que definió el modelo económico que propone el «dejen hacer, dejen pasar», mediante el cual los actores productivos realizan sus actividades sin ningún tipo de restricciones.
En consecuencia, no descansar en la búsqueda de propuestas para lidiar todos los días con las múltiples variables de los procesos económicos para que mantengan ciertos equilibrios, es un compromiso revolucionario, socialista y es una actitud acorde con los principios del Gobierno Bolivariano.
De allí, que la iniciativa de la creación del Órgano Superior para la Defensa de la Economía, sea plausible, aunque más plausible aún, sean las acciones que desde esta instancia se tomen para administrar la complejidad de la economía de un país, definida de forma muy elocuente por algunos economistas como un «cuero seco», haciendo referencia a que el cuero seco si lo pisas por un lado, se levanta por el otro.
El pasado miércoles, el Órgano Superior de Economía se reunió con diversos sectores (aseo personal, cuidado del hogar, insumos, envases y empaques), reunión donde se volvió a tocar un asunto medular en los procesos de abastecimiento pleno, como los Certificados de No Producción (CNP). Durante el encuentro, una vez más, los representantes de los sectores productivos pudieron exponer sus puntos de vistas y hacer sus propuestas para que fluyan documentos; mientras que el Gobierno Bolivariano reiteró la política de puertas abiertas para escuchar y tomar medidas necesarias para apoyar a la Patria Productiva.
La historia, obviamente, no termina con este capítulo. La economía no es una lengua muerta, es un fenómeno cambiante, dinámico, complejo y su manejo, como un resultado obvio, termina siendo peliagudo. Los que creen en el «Fin de la Historia» de Francis Fukuyama, deberían reflexionar y preguntarse porqué la crisis financiera no termina de desaparecer en los países desarrollados.
Consciente de esta realidad, los productores y productoras afiliados en Fedeindustria, seguimos la marcha sin bajar la guardia, sin dejar de hacer propuestas, sin dejar de reunirnos con los funcionarios del Ejecutivo Nacional. Es la única vía de detectar -lo más temprano posible- cuando el cuero se empiece a levantar por el lado contrario al que se está pisando, y acto seguido, volverlo a pisar, y así, nos mantendremos por siempre, porque nunca será posible que una sociedad pueda decir que esa dinámica se acaba.
Miguel Pérez Abad