“El Señor, había oído el clamor del pueblo…”. Palabra de Dios
En una verdadera democracia participativa y protagónica, no deben desconocerse los derechos de petición de las minorías descalificándolas con insultos y acusándoles de enemigos de la revolución y de conspiradoras, porque sus peticiones o reclamos deben ser escuchadas y darles respuestas efectivas, aunque provengan únicamente de una sola persona en asuntos de interés nacional.
Los derechos fundamentales son garantía de la sociedad y no de una parte de ella, por ser la mayor suma de felicidad para vivir en un Estado de Derecho Justo.
Petición, del latin “petitio”, pedir, solicitar, es un derecho consagrado en el artículo 51 de la vigente Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, por lo que la autoridad competente debe dar oportuna respuesta y “quienes violen este derecho serán sancionados conforme a la ley, pudiendo ser destituido del cargo respectivo”.
Lamentablemente, en Venezuela, los funcionarios públicos de ayer y de ahora, de la mal llamadas cuarta y quinta república, han establecido el estilo de la conveniencia en el proselitismo partidista con ofrecimientos y dádivas con láminas de zing, ladrillos, neveras, cocinas a gas, etc. etc., pero es “vox populi”, que la democracia no debe vivir y morir solo en el proceso electoral.
La democracia es clamor del pueblo, pero se ha caído en el “yoismo”, o sea en el culto a la personalidad, con carisma de artistas y abuso del poder.
La desgastada frase: del pueblo, con el pueblo y para el pueblo se ha transformado hoy, en el llamado “poder popular”, para significar al protagonismo y lo participativo, pero a la gente no le interesan las etiquetas, desea calidad de vida en un sistema de gobierno justo, sin los motes de barrio adentro o de barrio afuera para tener asistencia social y viviendas propias sin ser comodatos que pueden heredar sus hijos. Los gobiernos, han sido indiferentes al clamor del pueblo y ha quedado en aire el anhelo de la conciliación para convivir en paz, la seguridad personal, social y jurídica, los eficientes servicios hospitalarios y asistenciales, la instrucción cívica, etc., porque no solo con amor a la patria se vive.
No todo fue malo lo que hicieron los anteriores gobiernos, existen muchísimos hechos que debemos aplaudir, igualmente, no todo es malo lo que hace el actual gobierno, que también aplaudimos, pero se olvidaron del clamor del pueblo.
El clamor del pueblo, es más allá del derecho de petición, es conciencia no besando a viejitas y cargando a niños, es bien común, seguridad y justicia.
El día en que los gobiernos capitalistas y los regímenes comunistas se sienten con las manos abiertas y celebren la nueva alianza para el ideal social, podremos disfrutar de la conciliación para la convivencia de paz en una sociedad justa.
Cesáreo José Espinal Vásquez e-mail: cjev@cantv.net