Franklin David Reyes Tovar fue asesinado a las puertas de su casa en el kilómetro 11 de El Junquito, la madrugada del sábado junto a Diomar José Blanco Hernández, de 25 años
Una doble escena de dolor vivieron los familiares de Franklin David Reyes Tovar, de 20 años de edad, cuando acudieron ayer a la morgue de Caracas para reconocer su cadáver.
Revisando los registros del archivo fotográfico, hallaron no solo a quien buscaban, sino también a un familiar que tenían desaparecido desde el 5 de agosto.
Reyes Tovar fue asesinado a las puertas de su casa en el kilómetro 11 de El Junquito, la madrugada del sábado junto a Diomar José Blanco Hernández, de 25 años. El primero fue sorprendido por dos presuntos azotes de la zona, quienes le dispararon pero al momento de huir vieron a Blanco y también le quitaron a vida de varios disparos.
Aunque los deudos de reyes no quisieron dar detalles del caso, alguno mencionó que el joven discutió con los asesinos minutos antes de que le dispararan.
Ayer llegaron a la morgue a retirar el cuerpo y mayor fue su sorpresa, cuando encontraron además, el cadáver de un pariente de 17 años de edad, que estaba desaparecido desde el 5 de agosto.
El cuerpo fue trasladado a la morgue de Bello Monte ese mismo día, pero sin identificación. La familia había visitado la medicatura buscándolo, pero les dijeron que allí no estaba.
El adolescente no tenía heridas por arma de fuego ni por arma blanca, ya que según el dictamen forense, falleció en un hecho de tránsito. Por el doble homicidio de El Junquito, la policía científica busca a dos presuntos azotes apodados “Parkin” y “Yamber”.
AA