La MUD por su parte no las tiene todas consigo. A pesar de la ventaja que le significa el desastre nacional y el fracaso de los gobiernos chavecistas locales, hay choques serios entre Primero Justicia y los otros partidos mayoritarios, quejas de marginamiento de los grupos minoritarios (…) y falta de entusiasmo por su pobreza intelectual
Las elecciones de alcaldes y concejales se han convertido en un duro escollo para el gobierno y para la oposición de la Mesa de la Unidad Democrática. Como se trata de una votación que involucra a todo el padrón electoral, se la ve como un plebiscito, pese a que el gobierno no lo acepte antes de conocer los resultados, pues si les son favorables inmediatamente lo expresará en las múltiples y escandalosas formas en que está acostumbrado. Aunque el análisis objetivo simple apunta a la derrota del PSUV y el autodenominado proceso revolucionario, no se puede estar seguro de este escenario ya que son muchos los factores que incidirán en los resultados, tanto los atinentes a las dificultades económicas y deterioro de los servicios nacionales, como las relativas a las situaciones municipales.
La campaña del gobierno, como siempre, involucra al liderazgo nacional y directamente al Presidente quien, como Chávez, recorre el país en favor de los suyos con los programas “Gobierno de calle” y “Patria segura”, a los cuales ha agregado el combate de la corrupción. Éste programa no busca enfrentar la corrupción sino el desprestigio de los opositores con más fuertes carisma y respaldo. La lucha no es contra los grandes desfalcos de los recursos públicos, pues éstos sólo están al alcance de quienes estén en PDVSA y otras grandes empresas, la Fuerza Armada Nacional, la Tesorería, los bancos y los fondos financieros estatales, lo que significa los funcionarios del gobierno. Se la usa en un sentido moral, en relación con una supuesta actitud desmedida de ciertos “líderes” en actividades ligadas a los placeres mundanos.
La MUD por su parte no las tiene todas consigo. A pesar de la ventaja que le significa el desastre nacional y el fracaso de los gobiernos chavecistas locales, hay choques serios entre Primero Justicia y los otros partidos mayoritarios, quejas de marginamiento de los grupos minoritarios, luchas de liderazgo en diferentes localidades, descontento con ciertos candidatos y falta de entusiasmo por su pobreza intelectual. La MUD tampoco tiene los fondos para enfrentar el dinero sin límites del Gobierno, a quien no le importa el peculado de uso de los recursos públicos a favor de sus candidatos. Carece también de los medios de comunicación del gobierno. Las otras opciones inscritas no son siempre la alternativa de la polarización que muchos propugnamos y la capacidad de difusión de sus mensajes son nulas. Éstas no son conclusiones desesperanzadoras sino objetivos, a tenerse en cuenta en la hora de los análisis.
Luis Fuenmayor Toro