Aunque el representante venezolano ante las Naciones Unidas había adelantado que Nicolás Maduro tenía grandes cosas que decir ante la Asamblea General, el presidente de Venezuela no acudió a la cita en Nueva York.
La explicación a su ausencia la dio el mismo mandatario en cadena obligatoria de radio y televisión al asegurar que había «dos provocaciones graves» preparadas en su contra. Sin querer entrar en detalles, Maduro señaló que se trataba de desencadenar «una circunstancia de violencia en Nueva York».
«Iba a empezar la campaña la campaña internacional: ‘Venezuela, Maduro, Venezuela, violencia'», dijo el presidente venezolano y apuntó a «la mafia de Otto Reich y Roger Noriega, que es como decir (Luis) Posada Carriles».
Después de las llamativas intervenciones que llegó a protagonizar Hugo Chávez en el organismo, se esperaba con expectativa cuál sería la actitud de Maduro en su estreno como presidente ante la plenaria de la ONU, donde ya había intervenido en el pasado como canciller.
Conspiraciones
El último complot denunciado por el gobierno venezolano se produjo a fines de agosto, cuando fue anunciada la detención de dos ciudadanos colombianos en posesión de armas de largo alcance y con una fotografía del presidente Maduro.
El ministro del Interior, Miguel Rodríguez, aseguró que eran una avanzadilla de un grupo de diez sicarios que planeaban matar al presidente, «brazo armado de un cartel de microtráfico en Colombia que se dedica al sicariato».
Rodríguez comentó que la Dirección de Inteligencia Nacional de Colombia (DIN) se encontraba colaborando activamente con la investigación y con el desmantelamiento del plan magnicida. «Vengo denunciando que esta conspiración se viene urdiendo desde Miami en conexiones con Bogotá y que Álvaro Uribe Vélez sin duda alguna tiene conocimiento de todas estas cosas», dijo entonces Rodríguez.
En la denuncia de este miércoles, junto con los exdiplomáticos estadounidenses Noriega y Reich, Maduro implicó a Posada Carriles, anticastrista radicado en Miami que ha sido acusado de participar en diversos atentados contra intereses cubanos así como en varios intentos de asesinar a Fidel Castro.
Maduro se refirió a él recientemente como un «terrorista de cuatro suelas» y lo tachó de «asesino». Por su parte, Posada Carriles, de 85 años, a través de su representante legal, calificó de «absurda fábula» la acusación.
BBC Mundo