El final de 2013 tendrá cuatro elecciones claves en Latinoamérica, que marcarán profundamente el futuro de esos países: los comicios presidenciales de Chile y Honduras, así como las elecciones de medio periodo en Argentina y las municipales en Venezuela, dijo hoy un analista internacional.
El analista político argentino Daniel Zovatto, director regional del Instituto por la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA, por su sigla en inglés), explicó a Efe que cada proceso electoral definirá asuntos medulares en el país que lo alberga.
Por ejemplo, «el principio del fin de la hegemonía kirchnerista en Argentina, o el regreso al poder, en Chile, de la vieja Concertación, ahora Nueva Mayoría bajo el liderazgo de Bachelet, y la posibilidad de asistir al fin del histórico bipartidismo en Honduras, así como a un renacer o un mayor debilitamiento del socialismo del siglo XXI en Venezuela».
Para Zovatto, las elecciones presidenciales chilenas de noviembre estarán cargadas de un valor simbólico importante, al conmemorarse este año el 40 aniversario del golpe de Estado a Salvador Allende.
Además, aunque se prevé una victoria de Michelle Bachelet, falta definir si podrá triunfar en primera ronda, y si contará con mayoría en el Congreso para impulsar una reforma constitucional y una reforma fiscal, como ha anunciado.
El caso de Honduras, que elegirá nuevo presidente también en noviembre, es particular, pues a juicio del experto este país «aun no se recupera de la crisis del golpe de Estado» de 2009.
«La crisis sigue abierta y se une a un contexto muy complicado de violencia, pobreza y desigualdad. Sea cual sea el resultado seguiremos viendo un país polarizado, pero es previsible que los sectores más conservadores se movilicen y presionen para evitar la vuelta al poder del expresidente Manuel Zelaya a través de su esposa Xiomara Castro», detalló.
Las más recientes encuestas muestran a la izquierdista Castro, del nuevo Partido LIBRE, en un empate técnico con el oficialista del Partido Nacional, Juan Orlando Hernández.
En caso de que Castro gane, estas elecciones marcarían el fin del bipartidismo que por décadas ha repartido el poder en Honduras entre el Partido Liberal y el Nacional.
En Argentina, las legislativas de diciembre serán una prueba de fuego para la presidenta Cristina Fernández, pues de este resultado depende su proyecto de reforma constitucional para buscar una nueva reelección.
Para Zovatto, en esta elección «el kirchnerismo se juega su presente y su futuro», aunque las expectativas son complicadas si se toma en cuenta la derrota que recibió Fernández en las primarias de agosto anterior.
Un nuevo golpe en las urnas «abrirá un periodo de transición muy complejo que se prolongará hasta las elecciones presidenciales de 2015», advirtió.
En Venezuela, las municipales de diciembre servirán de termómetro para medir la fortaleza del gobierno del presidente Nicolás Maduro, después de la muerte de Hugo Chávez, así como del músculo político del liderazgo opositor de Henrique Capriles.
«Estas elecciones son una especie de plebiscito simbólico. Independientemente del resultado la polarización continuará, pero el mayor riesgo lo corre la oposición, especialmente Capriles como la cara visible de una fuerza tan heterogénea», argumentó.
Estos procesos iniciarán un nuevo «rally electoral» en Latinoamérica que se prolongará hasta 2016 y que parecen estar marcados por una tendencia al centro, «al pragmatismo y la moderación», en países cuyos ciudadanos reclaman cada día mejores resultados de sus democracias, según Zovatto. EFE