Carentes de seguridad social y humana que le garantice calidad de vida y bienestar general tal como lo consagra la Constitución Nacional y la Ley
La Unesco y sus organizaciones asociadas como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el PNUD, el Unicef y la Internacional de la Educación (IE) insisten en hacer «¡Un llamado para los docentes!». Es el lema del Día Mundial de los Docentes 2013.
Declaran que “No existe una base más sólida para la paz duradera y el desarrollo sostenible que una educación de calidad proporcionada por maestros bien formados, valorados, apoyados y motivados”.
Y ponen el foco de atención en el hecho cierto que “En el mundo existe una gran escasez de educadores con una adecuada formación y el reto de disponer de más docentes no sólo radica en la cantidad, sino en la calidad de estos profesionales, ya que con demasiada frecuencia los maestros siguen insuficientemente calificados, mal pagados y con un bajo estatus en la sociedad”.
El magisterio venezolano, los trabajadores de la educación y la enseñanza, los educadores pues, invocando al viejo fundador de la desaparecida Sociedad Venezolana de Maestros de Instrucción Primaria, hoy Federación Venezolana de Maestros (FVM), Luis Beltrán Prieto Figueroa, se resisten a ser, sentir y permanecer como educadores castrados. El magisterio venezolano se niega a que no les dejen enseñar y aprender; se resiste a que se les imposibilite ser agentes de cambio social y cultural.
Los hombres y mujeres de las luces y la moral, como los identificó en su tiempo Simón Bolívar, el Libertador, gracias a la enseñanza impartida en Pedagógicos y Escuelas de Educación universitarios, saben que tienen el deber sagrado de la formación de la nueva Venezuela. Ellos no admiten, y en algún momento estallarán políticamente, no aceptan que se les pretenda relegar a los tiempos de la dictadura de Juan Vicente Gómez (1936), cuando se les relegaba social y económicamente. Como registra un documento de la FVM: «estaba acorralado por sus necesidades más prioritarias, como alimento, vestido y vivienda».
Impartir una enseñanza de calidad a niños y jóvenes
«El reto de avanzar significativamente en un educación de más calidad para todos debe figurar, todavía con mayor claridad y compromisos que hasta la fecha, en la agenta de prioridades de nuestro país», dice el investigador Juan Escudero Muñoz, de la Universidad de Murcia, España, y ello es perfectamente válido para el contexto de la Venezuela de hoy. Y puntualiza el autor, «Sobre todo, si lo que queremos es no provocar ni sostener desequilibrios, que podrían llegar a ser muy problemáticos, entre nuestros niveles de desarrollo material y los que se refieren al progreso social, cultural y ciudadano, educativo y hasta moral».
Quién, en su sano juicio, puede negar que, al cabo de estos últimos años, cuando desde el Gobierno se ha escamoteado la contratación colectiva magisterial, se obvian los concursos de méritos para acceder a los cargos docentes y de directivos educacionales, se acabó la planificación y supervisión educativa profesional, entre otras muchas acciones «institucionales» inconcebibles, tenemos una educación insostenible, obsoleta, marginalizada y «castradora» de toda innovación, inventiva y poder creador.
Docentes son importantes
No es un secreto que un sueño reparador, que generaría esperanzas y buenas expectativas de desarrollo entre los venezolanos, siempre ha sido: atraer, formar y conservar a los docentes eficientes y probos. En documentos de organizaciones especializadas en educación se reivindica que “las funciones docentes están cambiando y los profesores necesitan nuevas habilidades para satisfacer las necesidades de poblaciones estudiantiles cada vez más diversas, y para trabajar eficazmente con nuevos tipos de personal en las escuelas y en otras organizaciones”.
La enseñanza de calidad es vital para mejorar el aprendizaje estudiantil. Los docentes son significativos en la fuerza laboral y en los presupuestos escolares. Es necesario tornan la docencia en una carrera profesional atractiva. Es indispensable involucrar a los docentes en el desarrollo e implementación de políticas educativas del país.
La OCDE advierte en sus investigaciones: «La mejora de la eficacia y equidad de la educación depende, en gran medida, de que se estimule a personas competentes para que deseen trabajar como docentes, de que su labor docente sea de alta calidad y todos los alumnos tengan acceso a una enseñanza de alta calidad».
La Segunda Reunión de Ministros de Educación del Proyecto Regional de Educación para América Latina y el Caribe (PRELAC), celebrada en marzo de 2007 en Buenos Aires, Argentina, estableció: “Es la educación de calidad para todos, entendida como un bien público y un derecho humano fundamental que los Estados tienen la obligación de respetar, promover y proteger, una meta estratégica con el fin de asegurar la igualdad de oportunidades en el acceso al conocimiento de toda la población… que requiere esfuerzos para aumentar la educación obligatoria, mejorar la infraestructura, diseñar nuevos currículos y mejorar la formación de los docentes…”
Dos temas son críticos para hacer efectivo derecho a una educación de calidad para todos: los docentes y el financiamiento. Con relación al magisterio hay consenso internacional: “Se requiere de un sistema articulado de formación inicial, inserción profesional y formación en servicio; un sistema transparente de carrera profesional y evaluación docente; y un sistema de condiciones adecuadas de trabajo y bienestar”. Es la opinión de la Oficina Regional de Educación de la UNESCO para América Latina y el Caribe.
Más seguridad social y humana
El país, Venezuela, tiene la obligación consigo mismo, de velar por los intereses económicos, laborales y sociales, individuales o colectivos de todas las personas que trabajan en el sistema educativo, en todos sus niveles y modalidades, formal y no formal. Particularmente, por la seguridad social del magisterio venezolano. Debe hacer cumplir el reconocimiento de la seguridad social como un derecho humano fundamental
Hernán Papaterra / e-mail: hpapaterra@yahoo.com