José Gregorio Pérez estaba adscrito a la Coordinación Nacional de Investigaciones Penales. En una hora no precisa de la madrugada fue interceptado por una pareja de motorizados que presuntamente lo siguió y le disparó para robarlo.
En la calle Los Samanes de La Florida, frente al edificio Central Park, quedó este viernes el cadáver del inspector del Cicpc, José Gregorio Pérez, de 43 años de edad. El efectivo fue asesinado de varios disparos por sujetos desconocidos que le robaron su arma de reglamento.
José Gregorio Pérez estaba adscrito a la Coordinación Nacional de Investigaciones Penales. En una hora no precisa de la madrugada fue interceptado por una pareja de motorizados que presuntamente lo siguió y le disparó para robarlo.
El efectivo conducía una motocicleta Kawasaki KRL 650 negra que tenía emblemas alusivos al Cicpc. Las autoridades creen que los saltantes fueron tras él con la intención de robarle el arma de reglamento al ver la unidad identificada como el logo policial.
El cuerpo quedó junto a la moto. Los homicidas le quitaron una pistola Glock perteneciente al Cicpc, su cartera y las credenciales de ese organismo.
Cuando se recibió el reporte por el asesinato, comisiones de distintos despachos de la Policía Científica fueron al sitio pero los antisociales habían desaparecido. En torno a la escena fueron colectadas varias conchas de proyectil calibre 9 milímetros. No se descarta que el funcionario haya disparado infructuosamente contra los hombres que lo perseguían.
En el lugar también se hizo presente la esposa del inspector, Adriana Estevez, quien se enteró cuando llamaron para decirle que su esposo había sido víctima de un robo. Nunca se imaginó que estaba muerto hasta que llegó y lo encontró tirado en el asfalto.
En la morgue de Bello Monte, mientras esperaba el cadáver, la viuda contó que el inspector tenía cinco hijos, los dos últimos con ella. Vivían en Quinta Crespo y la última vez que conversaron por teléfono fue a las 4:00 de la tarde del jueves, cuando Pérez le indicó que estaba en una comisión en Maracay, estado Aragua.
La mujer se extraño cuando le dijeron que lo habían asaltado en La Florida, porque para entonces lo hacía trabajando como le dijo, en Maracay.
El inspector José Gregorio Pérez, a quienes sus compañeros conocían afectivamente como “Goyo”, estudiaba el último semestre de derecho en la USM. Desde joven comenzó en el Cicpc y se convirtió este viernes en el funcionario número 64 que muere a manos del hampa este año en la Gran Caracas.
Padre y esposo ejemplar
Adriana Estevez recordó a su esposo como un “padre ejemplar y excelente esposo. Era un hombre entregado”. Sin embargo, condenó la muerte de hombres que han dedicado su vida a brindarles seguridad a los ciudadanos. “Están matando a sus policías. A sus mejores hombres. La vida no vale nada. El tiene una carpeta gigantesca de conocimiento porque solucionaba los casos. Tenía reconocimientos por esa facilidad para solucionar casos”, manifestó.
AA