El sector público usó El sector público usó parte de las divisas tomadas de PDVSA, en las cuentas de los fondos externos, para pagar sus importaciones; y el BCV usó el menguado flujo de divisas que recibió de PDVSA para las importaciones privadas
Las importaciones totales fueron 59.339 millones el año pasado. Aunque las exportaciones petroleras fueron registradas en $93.569 millones, PDVSA solo entregó $46.080 millones al BCV. El resto de los divisas por exportaciones petroleras tiene varios usos políticos que estableció Hugo Chávez y Nicolás Maduro los continúa. Primero, PDVSA paga directamente con petróleo los préstamos de China; dichos préstamos van a manos del Gobierno Central, en proyectos y gasto corriente, incluso electoral, y se paga con petróleo futuro comprometido. Segundo, por los convenios de Petrocaribe, Petrosur y Cuba, se financia un porcentaje alto de la factura petrolera, un 40% , a más de 20 países, hasta por 25 años, a 1-2% de interés, lo cual también reduce los ingresos en divisas de PDVSA.
En el caso de Cuba, el 60% restante de la factura de 110.000 b/d lo paga con los servicios de su personal en Venezuela. Además hay una alta morosidad en el pago de estas facilidades a varios países, que saben que el Gobierno Bolivariano espera a cambio apoyo político en los foros internacionales; aunque no se conocen los montos exactos, las partidas del BCV sobre el sector público muestran activos en cuenta por cobrar y “otros” (morosidad incluida) que suman $52.393 millones a junio 2013. Este monto, que ahora hace tanta falta, es más del doble de las reservas internacionales actuales. ¿Cuánto podremos recuperar de esta enorme cifra que crece aceleradamente?
El sector público usó parte de las divisas tomadas de PDVSA, en las cuentas de los fondos externos, para pagar sus importaciones; y el BCV usó el menguado flujo de divisas que recibió de PDVSA para las importaciones privadas. Es evidente, sin embargo, que no hay suficientes divisas en el BCV para cubrir en 2013 las importaciones y los saldos de cuentas de servicios y renta. La demanda de divisas en Venezuela, incluyendo toda clase de fraudes, reflejada en balanza de pagos, estuvo por encima de los 85.000 de dólares en 2012. La flexibilización esperada en el nuevo mercado permuta sinceraría la situación, pero en el marco anterior, esto no significa tener ni techo inflacionario ni un piso para sostener el valor del bolívar. Es un gigantesco fracaso económico labrado por la falta de escrúpulos políticos.
Orlando Ochoa P.